Caso Tamara Merlo: la mató de un tiro pero está pronto a salir libre
La Cámara de Apelación encuadró el hecho en un homicidio culposo y dictó una nueva condena a 3 años de prisión efectiva a Fernando Godoy, quien estaba sentenciado a perpetua por el femicidio de su pareja, en junio de 2017. El joven acusó primero a ladrones, después dijo que se le escapó un tiro.
La Cámara de Apelación en lo Penal revocó este viernes la pena a prisión perpetua a la que había sido condenado Fernando Godoy por el femicidio de Tamara Merlo, quien era su pareja, el 10 junio del 2017 en Villa Gobernador Gálvez y, en un giro de 180 grados sobre lo ocurrido, los jueces Javier Beltramone, Guillermo Llaudet y Gabriela Sansó sentenciaron al joven de 23 años a tres años de prisión efectiva por homicidio culposo y por tenencia de arma de fuego de uso civil. La nueva condena dejó al joven Godoy en condiciones de salir en libertad.
Cuando murió Tamara, de 18 años, como consecuencia de un balazo en el pecho en la noche del 10 de junio de 2017, hacía un mes que convivía con Fernando. Ella había estado en un cumpleaños infantil en un salón de eventos con su hijo de un año y medio, por donde él la pasó a buscar cerca de las 22, para ir a su casa de Alvear al 3200, en la zona norte de Villa Gobernador Gálvez, cerca de la ruta 21 y a poca distancia del Camino del Inmigrante.
Una hora después él la estaba llevando al Hospital Gamen con una herida de bala que le provocó la muerte antes de llegar al centro asistencial.
Por entonces, Godoy dijo que los habían seguido desde la fiesta y que al llegar a su domicilio los habían atacado para robarles, y que en el intento le habían disparado a Tamara. Sostuvo la versión hasta que, por contradicciones en el relato, la Justicia dispuso allanar la casa: allí incautaron un teléfono celular roto, sin memoria ni chip, y partes de un revólver calibre 22. El resto del arma estaba en un descampado cercano a la casa. Godoy fue detenido y cambió la versión: admitió entonces que se le había escapado un tiro.
El joven pasó dos años preso y en el aniversario del asesinato se hizo una audiencia donde la medida cautelar se extendió 12 meses más. En ese lapso, el pasado 26 de septiembre se concretó en el Centro de Justicia Penal de Rosario el juicio y el fiscal Luis Schiappa Pietra, en reemplazo de su par Florentino Malaponte, llevó adelante la acusación a Godoy, a quien atribuyó haberle apuntado y disparado a Tamara un tiro en el corazón, desestimando un disparo accidental.
El tribunal integrado por las juezas de primera instancia Patricia Bilotta, Mónica Lamperti y María Trinidad Chiabrera aceptó los argumentos y condenó a perpetua a Godoy por el homicidio de Tamara, calificado por la relación de convivencia y la relación de pareja preexistente y agravado por uso de arma de fuego y portación ilegitima de arma de fuego de uso civil.
“Ahora la dejo descansar en paz a mi hija. Se hizo justicia”, dijo entonces la mamá de Tamara, Graciela Ruiz Díaz. “Mi lucha sirvió porque se decían muchas cosas de parte de la familia del acusado para con mi hija”, sostuvo.
Ruiz Díaz relató que al principio no sospechó de su yerno: “Era re-compañero”. Y contó que cuando llegó al hospital Gamen se encontró con Godoy con las manos cortadas: había golpeado y roto vidrios del hospital cuando le dijeron que nada podían hacer por Tamara. “Nunca había sospechado de él, pero se burló de mí. No sé cómo tuvo tanta sangre fría de mentirme. A la Policía le dio la versión de los encapuchados que los siguieron desde el salón de fiestas para robarles”, lamentó Graciela el día del juicio.
El pasado 20 de diciembre a Ruiz Díaz se le desvaneció toda sensación de justicia y, con dolor e indignación, prometió “seguir luchando”.
Según relató Nora Giacometto, referente de la organización Ampliando Derechos que acompaña a la mamá de Tamara, la familia fue avisada ayer por la mañana, horas antes, que se realizaría la nueva audiencia. “Sólo estaba presente el presidente del tribunal, Javier Beltramone”, dijo. “La audiencia duró apenas diez minutos y dentro de los argumentos que fundamentan la revocatoria de la condena de primera instancia, el tribunal consideró que no estaba claro que Tamara viviera en un contexto de violencia de género”, repasó.
Según el portal Rosario3, Giacometto recordó que los sumariantes que asisten a la Fiscalía habían desestimado testimonios de primas de Tamara que sostenían que ella les había revelado situaciones de violencia y asegurado que le tenía miedo a su pareja: “Esa información no se sumó a la causa y en consecuencia, no llegó a los jueces que resolvieron el cambio de carátula y la reducción de la condena”.
Así, el tribunal de segunda instancia cambió la carátula de la causa, que pasó de “homicidio calificado por la relación de convivencia y la relación de pareja preexistente agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real, con portación ilegítima de arma de fuego de uso civil” a “homicidio culposo en concurso real, con delito de tenencia de armas de fuego”.