El Aeropuerto Internacional Rosario sumó una obra clave para su crecimiento después de 85 años
Con una inversión de casi mil millones de pesos, la modernización del sistema cloacal y la cañería de impulsión marcan un antes y un después en la infraestructura del aeródromo, reforzando el compromiso de la Provincia con los estándares ambientales y la eficiencia operativa.
El Gobierno de Santa Fe, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Gustavo Puccini, culminó en el Aeropuerto Internacional Rosario (AIR) la obra de desagüe cloacal, una infraestructura clave para el crecimiento sostenible de la terminal aérea y el saneamiento ambiental del entorno que demandó una inversión cercana a los mil millones de pesos. A partir de ahora, el Aeropuerto queda conectado a la red cloacal de Aguas Santafesinas (ASSA), avanzando así en el cumplimiento de los más altos estándares ambientales y operativos.
“Esta obra, históricamente demandada, representa un hito clave para el Aeropuerto Internacional Rosario, especialmente cerca de celebrarse su 85° aniversario”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini. En ese sentido, agregó que la finalización de estos trabajos “no sólo es clave para la mejora en la prestación de servicios”, sino que también “refuerza nuestro compromiso con el saneamiento y la sostenibilidad ambiental”. “Se trata de un paso estratégico para consolidar al aeropuerto como un referente en innovación y eficiencia al servicio de toda la región. Desde la gestión encabezada por Maximiliano Pullaro, continuaremos trabajando en obras e inversiones estratégicas que acompañen el desarrollo de nuestras terminales aéreas y su integración con el territorio”, aseguró Puccini.
Inversión histórica
La obra demandó una inversión actualizada de $ 925.737.080,47 y contempla una infraestructura dividida en dos tramos: el primero, un colector cloacal de alrededor de 700 metros, y el segundo, una cañería de impulsión de 350 metros de largo.
El punto de vuelco fue asignado por Aguas Santafesinas S.A. en la intersección de las calles Corpus y Tomás de la Torre y, de acuerdo al diseño técnico, la instalación cuenta con una capacidad de bombeo basada en los consumos del aeropuerto:
Esta conexión permite gestionar los efluentes de manera más eficiente, segura y ambientalmente responsable, beneficiando tanto a las operaciones aeroportuarias como al entorno natural.
Para desarrollar la misma, se instaló un colector cloacal de policloruro de vinilo (PVC), que transporta los líquidos por gravedad, integrando todas las instalaciones actuales y futuras del aeropuerto, considerando la nueva terminal. De allí, los efluentes pasan a una Estación Elevadora de Bombeo, ubicada dentro del predio del Aeropuerto Internacional, que los recibe e impulsa por una cañería hacia la red externa. Esa cañería de impulsión, que cruza terrenos de NCA y el municipio de Funes, dirige los líquidos hasta el punto de descarga autorizado por Aguas Santafesinas (ASSA): la boca de registro en Tomas de la Torre y Corpus, vinculada a la obra cloacal de Funes, que cuenta con factibilidad aprobada por ASSA.