Bonfatti apuntó que la Provincia debe ser un actor clave para facilitar el acceso al suelo y la vivienda
MI Tierra Mi Casa fue un programa estratégico para promover el acceso a suelo urbanizado y vivienda. Según su esquema, el primer paso lo daba la Secretaría de Estado del Hábitat al identificar suelo vacante en las cinco regiones del territorio provincial -muchas veces de propiedad comunal o municipal- y realizar allí obras de infraestructura necesarias para su urbanización; esos lotes, ya con servicios básicos, se ponían luego a disposición a través de un sorteo para que fuesen adquiridos por beneficiarios, a valores muy por debajo de los indicadores de mercado. Con el lote en posesión, la construcción de las viviendas quedaba en manos de sus propietarios. Éstos podían optar por llevar adelante un proyecto independiente (sin financiamiento alguno) o bien seguir un esquema oficial diseñado por la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo.
Hacia 2015, el Estado santafesino ya contaba con 12 mil parcelas para urbanizar y se proponía, en aquel entonces, duplicar esa cifra, convocando a propietarios privados dispuestos a vender tierras y asociarse en un esquema de articulación público-privada.
Mi Tierra Mi Casa fue desarrollado entre 2012 y 2019 y buscó así ampliar el abanico estatal de soluciones habitacionales, urbanizando con infraestructura y servicios básicos, en esquemas de gestión asociada, suelo de propiedad comunal, municipal, provincial o de tenedores privados para su posterior venta a sectores sociales de ingresos medios y medio-bajos. Estas operatorias urbanísticas ampliaron y facilitaron oportunidades de acceso a la vivienda, hoy ausentes en Santa Fe. “El acceso al suelo urbanizado sigue siendo hoy la dificultad más grande para resolver el tema de la vivienda propia y el Estado santafesino debe poner en marcha nuevamente un programa estratégico para reducir esa brecha de desigualdad social”, subrayó ahora Bonfatti.