Titular de la Corte santafesina criticó la propuesta de Bullrich de desplegar militares en Rosario

El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Daniel Erbetta, calificó de «chiquilinada» la propuesta de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, de utilizar a las Fuerzas Armadas para combatir el narcotráfico en Rosario.

En declaraciones a la radio AM 750, el ministro le pidió a Bullrich «un poquito más de inteligencia» porque «hay datos empíricos, históricos», que demuestran que esas son «las viejas recetas del pasado y del fracaso».

«Eso es una chiquilinada, nadie puede plantear seriamente una cosa así. En todos los lugares donde se dio la militarización de la seguridad, se terminó con los militares manejando los cárteles (de droga). Es lo que sucedió en Colombia. Además, es algo que está prohibido en la República Argentina», recordó Erbetta.

El titular del máximo tribunal santafesino dijo que «hay datos empíricos, históricos, respecto de estas recetas, que son las viejas recetas del pasado y del fracaso».

«Me parece que hay que tener un poquito más de inteligencia. Este tipo de planteos sobre la militarización no solo no soluciona los problemas, sino que desestimula la búsqueda de soluciones reales», fundamentó.

Erbetta criticó al Consejo de la Magistratura al indicar que junto el Congreso de la Nación y el Procurador de la Corte de la Nación «tienen responsabilidades» en el funcionamiento de la Justicia Federal de Rosario.

«Tenemos problemas con cuestiones que tienen que ver con las políticas públicas primarias. Ahí, los responsables son el Estado nacional, el Estado provincial y el Estado municipal. Hay falta de coordinación de los poderes. Tenemos problemas con la Justicia Federal: Rosario no tiene Justicia Federal», evaluó.

En ese sentido, el jurista explicó que la Justicia Federal de Rosario «tiene jurisdicción en una zona que va desde Rafaela hasta San Nicolás, y el cargo de fiscal general ante la Cámara Federal de Rosario está vacante desde hace tres años y medio, cuatro».

«La cobertura de cargos vacantes de la Justicia Federal es una responsabilidad del Consejo de la Magistratura nacional, que se reunió dos veces en 2022 y en donde la Comisión de Disciplina tiene a punto de caducar más de 43 causas disciplinarias porque hace más de tres años que no toma ninguna decisión», criticó.

Para Erbetta, «Rosario atraviesa una crisis que no es actual, su origen probablemente tiene más de diez años» y sostuvo que «en 2013 tuvo tasa récord de homicidios en la Argentina, una tasa parecida a la de 2022, y en 2022 superamos nuestro propio récord».

«Cuando en provincia de Buenos Aires la tasa de homicidios debe estar por encima de 4,5 muertos por cada 100 mil habitantes de promedio, Rosario en 2022 estuvo en 22 muertos por cada 100 mil habitantes y el promedio en Argentina está en 4,1 0 4,4», agregó.

En esa línea, dijo que «Argentina en materia de homicidios es un país con una de las tasas relativamente más bajas de todo el contexto regional, más baja que Estados Unidos, más baja que Uruguay, por citar un caso más cercano».

«Pero en Rosario pasa algo distinto, algo único y viene de mucho tiempo: tiene que ver con varios factores, la pauperización de los 90, la bonanza del 2004, 2005, 2006, cuando se da un proceso migratorio muy grande», explicó.

Para el ministro de la Corte santafesina, esos factores generaron «muchos barrios periféricos y asentamientos que no tenían acceso a determinados derechos», que se sumó a «la consolidación de un mercado interno minorista de consumo de drogas muy grande, con una fuerte demanda fundamentalmente de clases medidas y altas».

«Eso generó que apareciera un fenómeno nuevo de ganancias exponenciales de una economía muy informal como tiene nuestra provincia y en particular Rosario, del orden del 70%, lo cual favorece el lavado de este dinero», añadió.

También mencionó que la aparición de cocinas de drogas amplió el negocio con «la posibilidad de producir drogas de menor costo y llegar a sectores que no tienen capacidad (adquisitiva) como las clases medias y altas».

Además, apuntó que en varios juicios se probó que sectores de la Policía provincial «no solo vendieron protección sino que se asociaron a algunas de las organizaciones que manejaban estos mercados ilegales y sectores de la policía que se asociaron a la organización opuesta».

«Hubo sectores de la policía que trabajaron para Los Monos y hubo otros que trabajaron para (Esteban Lindor) Alvarado», agregó, y explicó que «con el encarcelamiento de estos líderes narcos ocurre un fenómeno peligroso, que es una atomización de las propias bandas y disputas territoriales».

«Como en todos los temas sociales, este costo en vidas humanas lo paga en la más alta proporción los sectores más vulnerados de Rosario. En el centro o los bulevares, donde se maneja un turista, tenemos tasas de homicidios como en la parte norte de la ciudad de Buenos Aires», puntualizó.


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