Procesan a una azafata que viajaba con más de dos kilogramos de oro y más de 11 mil dólares

Al colocar sus pertenencias en la cinta de la máquina de rayos X, los efectivos de la PSA detectaron elementos extraños, por lo que le consultaron por el contenido del equipaje.

Una comisaria de a bordo de una aerolínea internacional fue procesada sin prisión preventiva y se le trabó un embargo de 93 millones de pesos por el intento de contrabando de más de dos kilogramos de oro en joyas y en lingotes, más de 11.000 dólares y otras divisas que llevaba ocultos en su equipaje, informaron hoy fuentes judiciales y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Se trata de Laura Diana Schulz (58), azafata desde hace 28 años en la empresa aerocomercial American Airlines, a quien el pasado 23 de septiembre le encontraron dichos elementos cuando se disponía a embarcar en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el vuelo AA900, con destino a la ciudad estadounidense de Miami.

De acuerdo con lo informado por las fuentes, al colocar sus pertenencias en la cinta de la máquina de rayos X, los efectivos de la PSA detectaron elementos extraños, por lo que le consultaron por el contenido del equipaje.

Finalmente, y por orden judicial, se requisaron sus pertenencias y se encontraron tres lingotes de oro y otras joyas; 11.413 dólares; 19.377 pesos; 292.000 pesos colombianos y monedas antiguas.

Asimismo, según consta en el fallo de 57 páginas del juez en lo Penal y Económico 6 Marcelo Aguinsky, al que Télam tuvo acceso, también se encontraron tres anillos, un colgante con soga roja y una pieza, una gargantilla, un collar de eslabones, un brazalete, cuatro pulseras y un par de aros, todo ello de oro, que sumado a los lingotes arrojó un peso total de 2.204 gramos.

También se encontraron un reloj marca Audemars Piguet y otro Rolex, dijeron las fuentes consultadas.

Una vez iniciada la causa, Schulz en un principio se negó a declarar y días más tarde presentó un escrito en donde aseguró que el dinero le pertenecía en su totalidad, como algunas de las monedas encontradas, y aclaró que “otras son colectas que realiza Unicef”.

Respecto de las joyas y el oro, la mujer afirmó que eran de ella y de sus hermanos porque provenían de una herencia familiar, y en la última indagatoria ante el magistrado respondió que no tenía documentación que lo respaldara.

“Lo que surge en primer término y de modo irrefutable es que, por parte de la aquí imputada, existió una voluntad encaminada a extraer del territorio nacional, en forma no bancarizada y sin previa declaración, las divisas, lingotes de oro, láminas de oro, alhajas y relojes secuestrados en el procedimiento”, señaló el juez Aguinsky en su resolución.

Para el magistrado, Schulz “actuó con el conocimiento y voluntad exigida por el tipo penal y en esta ocasión, intentó sortear el control aduanero valiéndose de su experiencia y habitualidad en el cruce de fronteras”.

“No resulta lógico que quien trabaje en una aerolínea aérea hace 28 años y por ende conoce la normativa específica vigente, pretenda cruzar las fronteras con la cantidad de dinero, lingotes y láminas de oro, alhajas y relojes que le fueron secuestrados, sin riesgo a ser descubierto, circunstancia que refleja la clara y única voluntad de proceder de manera ilícita, creyendo que podría con su profesionalismo, habilidad y uniforme, sortear con éxito el debido control aduanero”, explicó Aguinsky.

En ese sentido, en otro tramo de la resolución, el juez aseveró que “el ardid queda asimismo demostrado teniendo en cuenta que el brazalete de oro con la inscripción ´Laura´ y el colgante de soga roja con la pieza de oro con la inscripción ´Maguie´ que la Srta. Schulz transportaba, aparecen convenientemente pintados de negro para simular ser a simple vista artesanías de rústica factura, cuando en realidad debajo de esa cubierta se escondía más de un kilo de oro”.

La valuación de dichas joyas, sumadas a los tres lingotes de oro de 250 gramos cada uno y las láminas de oro de poco más de 170 gramos tiene un valor internacional de 111.563 dólares, según la tasación realizada por un experto del Banco Ciudad.

El juez también enumeró entre las pruebas recolectadas gran cantidad de conversaciones vía la aplicación Whatsapp que la azafata mantenía con los destinatarios de los elementos a contrabandear.

Finalmente, el magistrado decidió procesar sin prisión preventiva a la comisaria de a bordo por el delito de “contrabando de divisas, lingotes de oro, alhajas y relojes en grado de tentativa” y trabarle un embargo de 93 millones de pesos.


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