EE.UU. inicia la retirada de tropas de Afganistán tras el acuerdo con talibanes

Mientras el futuro del diálogo entre el gobierno afgano y los talibanes es muy incierto, la retirada militar estadounidense comenzó a ser hoy una realidad.

Estados Unidos inició una reducción de sus tropas en Afganistán, en medio de una crisis política en el país asiático y poco más de una semana después de haber firmado un acuerdo con los talibanes que contempla la salida progresiva de efectivos, de 13.000 a 8.600 en 135 días, a cambio de una disminución de la violencia.

Al mismo tiempo, ayer debían comenzar las negociaciones de paz entre el gobierno afgano y los talibanes, lo que no sucedió, en gran parte porque las autoridades no habían dado señales concretas de cumplir con la liberación de presos acordada por sus socios estadounidenses en su acuerdo de paz con el movimiento insurgente.

Tras 12 horas de silencio y mucha incertidumbre, el vocero del presidente Ashraf Ghani, Sediw Sediqqi, informó que el próximo sábado comenzarán a liberar a 1.500 prisioneros talibanes, 100 cada día. Una vez que terminen con ese primer grupo, continuarán con otros 3.500 de a tandas de 500 cada dos semanas.

Estas liberaciones se autorizarán según cómo vayan avanzando las negociaciones de paz y los acuerdos de tregua del movimiento insurgente, según el diario The New York Times.

Mientras el futuro del diálogo entre el gobierno afgano y los talibanes es muy incierto, la retirada militar estadounidense comenzó a ser hoy una realidad.

El vocero del Ejército estadounidense en Afganistán, Sonny Leggett, anunció en un comunicado que Washington inició su «reducción de fuerzas», aunque Estados Unidos «mantiene todos los medios militares y la autoridad» para lograr sus objetivos, «incluida la realización de operaciones antiterroristas», consignó la agencia DPA.

En otras palabras, Estados Unidos mantendrá algunas tropas en el país, pero solo estarán autorizadas para combatir a las milicias Al Qaeda y Estado Islámico (EI) y a apoyar a las Fuerzas de Defensa y Seguridad Nacionales de Afganistán en su lucha contra esos grupos armados, no contra los talibanes.

Entre otros puntos, el acuerdo de paz estableció que Estados Unidos debe reducir sus tropas en el país hasta 8.600 efectivos en un período de 135 días tras la firma, mientras que la salida completa de todas las fuerzas de la OTAN debe concluirse en 14 meses.

Además, se deben crear las condiciones para llegar a un acuerdo político y lograr un alto el fuego permanente y sostenible entre el gobierno de Afganistán y representantes talibanes, fomentar la confianza entre las partes y liberar un número significativo de prisioneros en ambos lados.

Pero este acuerdo comenzó a germinar una profunda crisis institucional afgana.

Ayer, el presidente Ghani y el primer ministro, Abdullah Abdullah, tomaron posesión como presidentes del país centroasiático en dos ceremonias de investidura separadas, horas después de intentar sin éxito cerrar un acuerdo de reparto de poder.

Ghani fue declarado ganador de las elecciones de septiembre pasado, pero su rival Abdullah tachó la votación de «fraudulenta».

Hoy el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que en caso de que «las condiciones en el terreno se deterioren» y los talibanes no cumplan con el acuerdo, Estados Unidos puede aumentar otra vez su presencia militar en el país.

Fuente: Telam


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