Detienen a célebre policía exonerado con drogas y armas en su casa

Se trata de Luis «Gato» Gastaminza, un ex uniformado que en las últimas décadas acumuló acusaciones y condenas. Fuentes del caso dijeron que su pareja lo denunció por violencia de género y en la casa encontraron plantas de marihuana, cocaína y un arma. Quedó a disposición de la Justicia federal.

Una denuncia por violencia de género volvió a prisión a Luis “Gato” Gastaminza, un policía exonerado de la Fuerza que en las últimas décadas acumuló varias acusaciones y dos condenas por delitos que van desde falsificación de moneda a homicidio. Esta vez, la pareja del ex uniformado llamó al 911 y permitió que efectivos del Comando Radioeléctrico ingresen a su domicilio de zona oeste, donde secuestraron cocaína, plantas de marihuana, armas y hasta un handy. El Gato quedó preso a disposición de la Justicia Federal de Rosario.

El procedimiento ocurrió durante la tarde de este domingo  en un domicilio de Gaboto al 5500 de zona oeste. Según fuentes policiales, efectivos del Comando Radioeléctrico ingresaron a la vivienda y secuestraron dos envoltorios de cocaína, siete plantas de cannabis, una pistola 9 milímetros, dos cargadores, algunas municiones de calibres 7,92; 9 y 22, un handy, un celular, dinero en efectivos y varias credenciales.

Largo prontuario

En la última audiencia que lo tuvo como imputado, Gastaminza se presentó como policía jubilado y aceptó su responsabilidad en un procedimiento abreviado por portación de arma de fuego. Lo penaron con un año de prisión efectiva, aunque esta sanción se unificó con una condena previa. El monto total quedó fijado en tres años, pero tras homologarse el acuerdo y formalizarse la condena recuperó la libertad, ya que había estado en prisión preventiva.

El Gato es un viejo conocido de las crónicas policiales. Se lo sindicó en varios hechos ilícitos, entre ellos extorsión y falsificación. Incluso, un homicidio, aunque recién en el nuevo sistema fue condenado.

El 20 de diciembre de 2017 Luis Alberto Gastaminza hacía las veces de custodio en la puerta de un supermercado chino en el pasaje 1847 al 6100, en la zona oeste. Estaba uniformado. Un móvil que pasó por el lugar se detuvo para identificarlo y al ver la credencial que les mostró los policías notaron a simple vista que era una burda falsificación. Marchó preso.

El Gato estaba haciendo un adicional trucho. Por este hecho se le inició a una investigación fiscal pero no fue la única. Un año antes había sido detenido en una situación similar.

El sábado 10 de septiembre de 2016 Gastaminza estaba en las cercanías de 27 de Febrero al 5200 con un handy sintonizado en la frecuencia policial. Lo manipulaba abiertamente en la calle y un móvil policial que patrullaba la zona se detuvo a identificarlo.

Les dijo quién era y mostró una credencial donde afirmaba que era sargento. También un escudo de la fuerza, pero no le alcanzó para zafar. Tenía un pedido de captura activo de un juzgado de sentencia por extorsión; estaba en disponibilidad desde 2004.

Condenas

Gastaminza aceptó su responsabilidad en dos hechos, ambos vinculados con la portación de armas. En noviembre de 2017 accedió a un procedimiento abreviado por portación ilegítima de arma de guerra atenuada por falta de intención de utilizarla. Lo condenaron a 2 años y 4 meses de prisión en suspenso. Luego recibió una nueva condena. Esta vez por un acuerdo entre la fiscal Gabriela Bassagaisteguy y el defensor particular Luis Tomassevich. Acordaron una pena de un año de prisión efectiva por el delito de portación de arma de uso civil.

Esta última sanción se unificó con la condena anterior en 3 años de prisión efectiva pero como Gastaminza fue detenido en diciembre luego obtuvo  una morigeración a la prisión preventiva y el cese de prisión. El juez Hernán Postma aceptó el pasado viernes 14 el convenio, fijó reglas de conducta, entre las que se encuentra la prohibición de manipular o poseer armas de cualquier tipo, y tras condenarlo le otorgó la libertad.

Cuando usaba uniforme

Mientras fue policía el Gato estuvo señalado en más de un hecho delictivo. Se escuchó su nombre allá por 1998, cuando la Justicia federal lo investigó por una presunta participación en una banda de falsificadores de moneda con anclaje en la ciudad bonaerense de Junín.

En 2003 se lo detuvo junto con otros dos policías por un presunto secuestro. Según la información de aquella época, se sospechaba que sacaron del bar Victoria de Oroño y Jujuy a un financista que esperaba a un deudor para que le devolviera una suma de dinero en dólares. En lugar del deudor apareció un trío de hombres que se llevó a la víctima en un auto luego de mostrarle credenciales que los identificaban como miembros del Ejército. El hombre terminó en la seccional de Ibarlucea, donde fue golpeado y estuvo retenido unas doce horas sin que ningún funcionario judicial fuera anoticiado, relató una fuente policial.

En 2005 un comerciante denunció que tres policías le dijeron que tenía que salir como testigo de un procedimiento. Lo llevaron a una casa, donde lo amenazaron con armas y le pidieron dinero a cambio de no involucrarlo en una causa por tráfico de drogas. Según el comerciante, pagó para irse pero unos días más tarde volvieron con la misma intención. Esta vez el trío, entre ellos Gastaminza, fue detenido en el mismo bar de Jujuy y Oroño.

A principios de 2008 un auto desconocido con dos ocupantes llamó la atención de los vecinos de Provincias Unidas al 2500, que llamaron a la policía. Cuando llegó un móvil del Comando Radioeléctrico, los detuvo y revisó el coche. En el interior había un revolver 38, guantes de látex, precintos y una credencial falsa de la Policía Federal. Gastaminza volvió a marchar preso.

También se lo vinculó con un crimen. En mayo de 2010 el agente Germán Rogelio Galván apareció asesinado de un tiro en la espalda, en la colectora de Circunvalación entre Zuviría y Santa Fe. En aquel momento los investigadores presumieron que lo habían matado en otro lugar y tiraron allí su cuerpo. Por el hecho fue detenido Gastaminza y a fines de ese año el juez de Instrucción 7° Juan Andrés Donnola lo procesó por el homicidio: para el magistrado eran compañeros de andanzas delictivas y Galván fue baleado a corta distancia frente a un búnker ubicado en barrio Ludueña.

A principios de esta década, el Gato también fue señalado como el jefe de la llamada banda de los uniformados. Se le adjudicó a este grupo una media docena de robos en el que el ardid era llegar vestidos de policías, simular un allanamiento para ingresar a las propiedades y alzarse con lo que había. A fines de 2011 lo procesaron por robo calificado y privación ilegítima de la libertad. Todos estos hechos quedaron bajo la órbita del sistema conclusional.

Fuente: El Ciudadano.


Share

También te podría gustar...

error: Protegido por COPYRIGHT