Mónica Fein visitó muestra de talleres protagonizada por mujeres que transitaron violencia de género
Centenar de participantes de los centros de articulación entre municipio y ONG expusieron en el CC Fontanarrosa el fruto de las políticas locales de restitución de derechos y autonomía económica.
La intendenta Mónica Fein visitó este miércoles 11 de septiembre en el Centro Cultural Fontanarrosa la muestra de los talleres de formación en oficios en los que participan más de 120 mujeres que transitaron por situaciones de violencia de género, a través de dispositivos impulsados por el municipio junto a organizaciones sociales para promover sus derechos y autonomía económica.
Se trata de tres centros –fruto de la articulación entre el Estado municipal y las ONG que trabajan la temática de violencia de género en los barrios– que comenzaron a funcionar en 2017 y se sostienen a través de convenios con organizaciones sociales: el Centro de Estudios Sociales y Culturales, ubicado en el área céntrica; Todxs por Todxs, en el distrito Noroeste, y el tercero en articulación con el Centro de Desarrollo Integral para la Familia y la Mujer.
En el marco de su visita al CC Fontanarrosa y luego de recorrer la muestra y dialogar con sus protagonistas, la intendenta les dijo: “Vengo a agradecerles y a felicitarlas porque ustedes son mujeres de esta ciudad que llevan adelante la lucha por mayor igualdad y mejores oportunidades”.
“Hay que seguir construyendo en cada barrio un lugar donde las mujeres encontremos las fuerzas y las ganas de estar juntas”, insistió la mandataria local, y agregó: “Espero que sigan sumándose más mujeres para sentirse acompañadas, para enfrentar la vida y poner en común lo que nosotras sabemos hacer y queremos para nosotras”.
Fein estuvo acompañada por la secretaria de Desarrollo Social, Laura Capilla, y la subsecretaria de Economía Social, Sabrina Arcamone, entre otras funcionarias del Estado local.
Capilla amplió detalles del encuentro: “Hoy se hizo la muestra de las producciones de las mujeres que participan de talleres como una forma de visibilizar no solamente la violencia de género sino también para contarles a otras mujeres que no están solas, que si lo necesitan hay un Estado presente para contenerlas y acompañarlas y transitar junto a ellas una salida hacia adelante”.
“Que nadie tenga miedo, porque hay ayuda»
Entre el centenar de chicas que participaron de la actividad, Verónica, de 30 años, compartió su experiencia personal al integrarse a uno de los centros de mujeres. En 2018 empezó el Taller de Panificación y luego otro de Estética en el espacio de la organización Todxs por Todxs. Lo que aprendió en ambos cursos fue la base de sus actuales fuentes de trabajo.
“Yo le doy gracias a Dios por haber encontrado a tanta gente maravillosa, por el Nueva Oportunidad, y por toda la ayuda que recibí en el centro de Salud Juana Azurduy”, señaló la joven. “Que nadie tenga miedo, porque hay ayuda”, agregó Verónica.
Por último, la emprendedora contó: “Yo no bajé los brazos nunca, no tengo más miedo, y si alguien me quiere hacer algo sé que puedo pedir ayuda y que también puedo decir no, porque antes no existía en mi cabeza y estoy disfrutando de la vida porque es relinda”.
“Acá encontré un espacio de apoyo, de sororidad»
Natalí también expuso sobre su paso por los centros de mujeres. Madre de dos niños discapacitados y con una carrera de abogacía a medio camino, comenzó a participar en uno de los centros de mujeres hace 3 años. “Cuando yo empecé a participar en el área estaba totalmente sumisa y violentada, y acá encontré un espacio de apoyo, de sororidad entre mujeres y compañerismo”.
La joven mamá hizo los cursos de Panificación 1 y 2, y el de Estética Integral, y según contó, con un grupo de compañeras conformará una cooperativa en el rubro gastronómico. “A mí me sirvió para fortalecerme y para aprender otras cosas nuevas. Yo venía de las ciencias sociales, no sabía ni prender una cocina y hoy puedo hacer hasta una medialuna”, graficó.
Los centros para mujeres
El objetivo de los mismos es impulsar la autonomía de las participantes, construyendo redes. Durante el año pasado más de 60 mujeres se capacitaron el oficios, a través del programa Nueva Oportunidad; otras retomaron sus estudios y algunas participan en la ferias de Economía Social con sus emprendimientos.
Estos centros para mujeres conforman un dispositivo para el abordaje integral interdisciplinario y con perspectiva de género, a fin de empoderar a las mujeres que están en situación de violencia de género. Tienen como eje la promoción de derechos y la autonomía económica de las mujeres, articulando con el Programa Nueva Oportunidad, la Dirección de Empleo, la Secretaría de Economía Social, la de Cultura y Ministerio de Educación, entre otros.
Cuentan con distintos talleres que han variado en el tiempo: Estética integral, Artesanía, Panificación, Comercialización, Producción, Cooperativismo y otros cursos no tradicionales como electricidad. El trabajo de producción de panificación se hace en articulación con La Estación (dispositivo de prevención y abordaje en adicciones), y en este caso las mujeres involucradas participan en la feria de la plaza Montenegro, de San Martín y San Luis.
En forma paralela se suceden talleres sobre temáticas como violencia de género, autocuidado, feminismo-perspectiva de género, sororidad, deconstrucción de estereotipo de género y reparación física, emocional y social. Además de atención psicológica para las mujeres, se comparten espacios lúdicos con ellas y sus hijos. También hay talleres de yoga, teatro, tercer tiempo, literatura, cine, y actividades como visitas al Acuario, entre otras.
Estos centros para mujeres facilitan además ámbitos de escucha entre las mismas, mediados por los dispositivos de la Dirección de Atención en Violencia de Género: se incluyen desde mujeres que nunca hayan denunciado y estén en el proceso de denunciar, hasta mujeres que ya hayan transitado por el proceso de la violencia de género y necesitan fortalecerse aún cuando hayan salido de la misma. Para reforzar los espacios de escucha están a disposición profesionales de la salud que trabajan sobre la subjetividad de las mismas.
Una política de Estado y una vasta red de contención
La Municipalidad de Rosario lleva adelante políticas públicas con perspectiva de género desde hace 30 años, y fue el primer municipio en el país en implementar una línea telefónica de atención a las víctimas en violencia de género como política de Estado.
En Rosario, la Atención Integral en Violencia de Género se desarrolla a partir del trabajo interdisciplinario en el marco de la ley 26.485. La legislación vigente dispone que para la erradicación de la violencia contra las mujeres se debe desarrollar un abordaje que contemple: Integralidad, Transversalidad, e Intersectorialidad.
La atención a las mujeres víctimas de violencia en la ciudad se realiza a través de dispositivos que desarrolla el Estado en articulación con las organizaciones de mujeres. Más de un centenar de espacios en el territorio (centros de Convivencia Barrial, centros de salud, hospitales), están preparados para la escucha y la derivación de casos, cada uno de los cuales merece un abordaje singular y específico.
Algunos datos
Teléfono Verde
En el informe que corresponde al primer semestre de 2019, el Teléfono Verde recibió 3.493 denuncias. El 79% de las llamadas se dio entre las 7 y las 19.
De este modo se registró un promedio de 582 llamadas mensuales, lo que representa 19 llamadas diarias. Se verificaron 1.051 nuevos hechos de violencia, y el 74% se comunicó al Telefono Verde por primera vez. El 70% de las mujeres denunciantes tiene entre 19 y 40 años.
La violencia física es el tipo más frecuente que aparece en las consultas o denuncias realizadas al Teléfono Verde (44%). Por su parte, hay un considerable número de consultantes y víctimas que expresaron sufrir violencia simbólica (18%). Además se registraron hechos de violencia económica (15%), violencia psicológica sin combinaciones (12%) y violencia sexual (10%).
Cabe aclarar que en relación al año 2018, se han incrementado las denuncias por violencia simbólica y por violencia sexual, aumento que coincide con las denuncias realizadas por colectivos de mujeres (Artistas-Músicas) cuyas denuncias alientan a que otras mujeres también puedan hablar.
Respecto al vínculo de las víctimas con su agresor, en un 50% son ex-parejas, y 38% su pareja actual, otro familiar 7%, y otros, 4%. De estos datos se desprende que la mayor cantidad de hechos de violencia se producen cuando las mujeres dejan a sus parejas.
Intervenciones
Las intervenciones se realizan a través de entrevistas con turnos desde el Teléfono Verde, derivaciones de otras instituciones públicas o privadas o presentaciones espontáneas en la Secretaría de Desarrollo Social. De enero a junio fueron un total de 1.561 intervenciones sobre casos originados este año, y 2.779 intervenciones que corresponden a seguimientos de casos registrados entre 2015 y 2018.
Centros de Protección municipales
En 2019, los dos centros de Protección municipales, el Alicia Moreau y Casa Amiga, alojaron de enero a agosto a un total de 131 mujeres con sus hijos e hijas (184). Y de este modo en lo que va del año ya se superó la cantidad de mujeres y niños con respecto al 2018: se registraron 109 casos de mujeres con sus hijos e hijas (184).
Ambos son espacios de resguardo para situaciones de violencia crítica, con riesgo de vida y/o integridad psicofísica de las mujeres y sus hijas e hijos. A estos lugares se asigna a las mujeres en situaciones de extrema vulnerabilidad, cuando no es posible contar con una red social o familiar de apoyo para ellas. El objetivo de estos ámbitos es iniciar un proceso de recuperación de su integridad física y psíquica, así, como las de sus niños. Por otra parte, trabajan en la restitución de sus derechos vulnerados y la reconstrucción de un proyecto de vida, libre de violencia.