Cuidar la piel en verano: claves para una exposición solar responsable y prevenir el cáncer
La exposición solar sin cuidados puede generar daños graves en la piel. Especialistas advierten sobre la importancia de adoptar hábitos responsables durante el verano, realizar controles dermatológicos periódicos y reconocer señales de alerta para prevenir el cáncer de piel.

Durante el verano, la exposición al sol se intensifica y con ella aumentan los riesgos para la salud de la piel. Especialistas advierten que adoptar hábitos de cuidado adecuados no solo previene el envejecimiento prematuro, sino que resulta fundamental para reducir la aparición de lesiones precancerosas y distintos tipos de cáncer de piel, uno de los más frecuentes en la población adulta.
El cáncer de piel constituye un problema de salud a nivel mundial, en especial el melanoma, una variante menos frecuente pero altamente agresiva, responsable de casi el 90 % de las muertes asociadas a esta enfermedad. No obstante, los profesionales subrayan que se trata de un tipo de cáncer en gran medida prevenible y con más de un 95 % de posibilidades de curación cuando se detecta de manera temprana.“El daño solar es acumulativo: las exposiciones reiteradas a lo largo de la vida pueden generar consecuencias severas en la piel”, explicó el director del área de Control del Cáncer, Alejandro Chinellato. En ese sentido, remarcó que el diagnóstico precoz resulta clave para lograr tratamientos efectivos y pronósticos favorables.
Además de los controles dermatológicos periódicos —recomendados al menos una vez al año—, es esencial incorporar hábitos de cuidado tanto en actividades recreativas y deportivas como en tareas laborales al aire libre. Entre las principales recomendaciones se destacan evitar la exposición solar directa entre las 10 y las 16 horas, utilizar protector solar con un factor de protección no menor a FPS 30 y renovarlo cada dos horas, usar ropa clara, gorras y anteojos con filtro UV, y no exponer a los bebés al sol antes del primer año de vida.Asimismo, los especialistas llaman a prestar especial atención a posibles signos de alerta en la piel, como bultos que crecen de manera sostenida, heridas que no cicatrizan, lesiones que sangran sin causa aparente o cambios en el tamaño, color, forma o textura de los lunares. Ante cualquiera de estos síntomas, se recomienda realizar una consulta dermatológica sin demoras.
“El cuidado de la piel es una responsabilidad cotidiana. La prevención y el acceso oportuno a controles médicos son las herramientas más eficaces para reducir el impacto del cáncer de piel”, concluyó Chinellato.






























