Imputaron a la banda de “Morocho” Mansilla, único prófugo de la fuga a tiros en la cárcel de Piñero

Se les atribuyen homicidios, amenazas, usurpaciones y abuso de armas en el medio de una disputa narco en un barrio de Rosario. Mansilla es el único recluso que no fue recapturado tras escapar de la prisión, a la que tres personas ingresaron a los tiros tras cortar con una amoladora varios cercos perimetrales.

Siete presuntos miembros de la banda criminal de Claudio “Morocho” Mansilla, el único prófugo de la fuga a tiros de la cárcel santafesina de Piñero en junio pasado, fueron imputados como integrantes de una organización violenta a la que se le atribuyen homicidios, amenazas, usurpaciones y abuso de armas en el medio de una disputa narco en un barrio de la ciudad santafesina de Rosario, informaron hoy fuentes judiciales.

Los acusados, que en su mayoría están detenidos por otros delitos desde diciembre de 2019, integraron según los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra una banda narcocriminal asentada en el barrio Santa Lucía y liderada desde la cárcel por Mansilla.

El “Morocho”, como se lo conoce a Mansilla, estaba imputado por un crimen y unos días después de su fuga de la cárcel Piñero junto a otros siete reclusos, ocurrida el 27 de junio pasado, fue condenado en ausencia a 25 años de prisión.

Un tribunal lo encontró responsable, como instigador, del doble asesinato de los jóvenes Kevin Nieri (16) y Leonel Bubacar (18), baleados en septiembre de 2018.

Mansilla es el único recluso que no fue recapturado tras la cinematográfica fuga de la prisión santafesina, a la que tres personas ingresaron a los tiros tras cortar con una amoladora varios cercos perimetrales, con el apoyo de un grupo de internos que apedreó a los guardiacárceles.

Parte de la banda que operaba para Mansilla en barrio Santa Lucía fue detenida por diferentes hechos, y ayer siete de ellos fueron acusados por los fiscales Edery y Schiappa Pietra por integrar una asociación ilícita que operó, al menos, desde el 24 de septiembre de 2018 hasta el 24 de diciembre del año siguiente.

Los acusados fueron Lautaro Agustín Acevedo (21); Maximiliano Ezequiel González (28); Alfredo Eduardo Salva Celis (26); Iván Norberto Chávez (22); Damián Nahuel Córdoba (24), Carlos Saúl Gómez (35) y Ezequiel Rodolfo Romero (21).

Según los fiscales, la banda tenía por objetivo “cometer hechos violentos de diversa naturaleza, como amenazas, usurpaciones de domicilios, abusos de armas, lesiones y homicidios; además de vender lo que aparenta ser material estupefaciente”.

Según la acusación, “la jefatura de la asociación está a cargo de Claudio Mansilla, quien desde su lugar de alojamiento en detención en la unidad de Piñero daba órdenes a los miembros de la organización a través de líneas de teléfonos celulares”.

Salva Celis, uno de los imputados, fue condenado la semana pasada en un juicio abreviado a siete años de prisión por una tentativa de homicidio, mientas que los fiscales indicaron ahora que su rol en la organización “era el de poner a disposición (de la banda) su capacidad para utilizarla en amedrentamientos y disparos a personas de grupos antagónicas.

Gómez y Romero, por su parte, habían sido imputados como presuntos autores del asesinato de Sergio Birri en septiembre de 2019, en el marco de una serie de ataques de la banda de Mansilla a un grupo aparentemente ligado al comercio de estupefacientes al menudeo en el mismo barrio, liderado por una familia de apellido Giménez.

Los fiscales indicaron que la violencia empleada por el grupo conducido por Mansilla tenía por objetivo “afianzar su predominio territorial y extender geográficamente los puntos de venta presumiblemente de material estupefaciente”.

Así, desde la cárcel “organizó atentar contra la vida de distintos integrantes de una familia, poniendo parte de la estructura de la organización a esos fines”.


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