El ataque a un mozo giró de intento de robo a una interna sindical y la contratación de un sicario

La investigación por el ataque a balazos a un empleado gastronómico de la ciudad de Rosario, en un presunto intento de robo, dio “un giro contundente” al descubrirse que había contratado a un sicario para atentar contra la dueña del comercio en el que se desempeña, que apoyaba a una lista interna distinta del sindicato del sector.

Así lo revelaron los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, quienes dijeron que “la hipótesis de un robo está casi descartada”.La madrugada del domingo 24 de octubre el mozo Miguel Ángel López, empleado de una tradicional parrilla de Rosario llamada “Viejo Balcón”, recibió dos balazos cuando guardaba su vehículo en el garaje de su casa de la zona sur de esta ciudad.

El auto, además, sufrió al menos 10 impactos de bala de los 14 disparos que hicieron los atacantes, en un hecho que comenzó a investigarse como presunto intento de robo, ocurrido apenas cuatro días después del asesinato, sí en una tentativa de asalto, del arquitecto Joaquín Pérez.

“Desde un principio nos llamó la atención la modalidad, habían dicho que era un caso de inseguridad, pero nos llamó la atención la violencia, los 14 tiros y que no se llevaron el vehículo”, dijo hoy en rueda de prensa el fiscal Edery.

Tras secuestrar el teléfono celular de la víctima, los investigadores descubrieron que había contratado a un miembro de la barrabrava de Newell’s Old Boys, en calidad de presunto sicario, para atacar a la propietaria de la parrilla donde trabaja.

“Detectamos que había una interna sindical en el lugar donde trabajaba, había elecciones de la comisión interna para representar a los trabajadores en el gremio, y que López participaba”, dijo Edery.

El fiscal agregó que de la información recaba surge que el mozo tomó contacto con un sicario “directamente para atentar contra las personas que dirigen el lugar donde él trabaja, porque estas personas apoyaban a la lista contraria a la de él”.

Los fiscales explicaron que como el ataque a la dueña de la parrilla no se concretó, López no puede ser imputado por haberse reunido con un barrabrava en un bar, puesto que esa acción no configura un delito de acuerdo a la legislación vigente.

“Una situación terrible que una persona para dirimir una conflicto recurra a la contratación de sicarios”, dijo el fiscal Edery, y agregó: “Lo que está en investigación es por qué lo atacan (al mozo), pero creemos que tiene más que ver con la interna o con esta contratación”.

Si bien los fiscales se excusaron de brindar detalles del caso, fuentes judiciales indicaron que una hipótesis es que el mozo se haya arrepentido del ataque a sus empleadores, y que la persona contactada lo haya agredido a él para cobrar el encargo.

Schiappa Pietra sostuvo, por su parte, que “el curso de la causa ha dado un giro muy contundente”, pero se excusó de otorgar precisiones que pudieran entorpecer la pesquisa.

“Es una investigación que tiene otro perfil, otro curso investigativo, pero sin perder de vista que hay aquí una persona herida, que atentaron contra su vida y que es objeto de investigación también”, cerró.


 

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