Tribunales federales se blindaron por el juicio a Los Monos

Ariel “Guille” Cantero está sindicado en esta causa como uno de los líderes de la organización dedicada al tráfico y comercialización de estupefacientes. El Guille y otro jefe de la banda, Jorge “Ema” Chamorro, siguieron el debate por videoconferencia desde Ezeiza junto a otros 20 acusados

La causa Los Patrones, en la que por primera vez son juzgados los cabecillas de la banda los Monos por narcotráfico, comenzó ayer con todos los recaudos de seguridad que se habían anunciado. Uno de los principales acusados, Ariel Máximo “Guille” Cantero, siguió el debate por videoconferencia desde el penal de Ezeiza junto a otros 21 acusados. El resto de los 17 imputados, incluida su mamá Celestina Contreras, ingresaron a las 9 en punto a los tribunales de bulevar Oroño 940.

A esa hora, con el tránsito cortado alrededor del edificio celosamente vigilado por las cuatro fuerzas federales, ingresaron también los abogados de los 39 acusados, quienes brindaron algunas declaraciones a la prensa, que siguió el debate en una carpa de lona montada dentro del predio judicial, junto a otra de iguales características dispuesta para los familiares de los acusados y el público en general. Nadie entró ni salió del edificio, sean empleados o funcionarios, sin pasar por un detector de metales con escáner electrónico.

La audiencia arrancó minutos antes de las 10, una hora después de lo previsto. Antes de que comience la lectura del requerimiento de elevación a juicio, donde se detallan las acusaciones y las pruebas que las sustentan, el presidente del tribunal, Ricardo Vázquez, aclaró a los acusados que gozan de prisión domiciliaria o están en libertad la obligación de asistir a los debates ya que de no presentarse podrían ser declarados rebeldes y perder el estado de libertad. También les advirtió que dentro de la sala debían tener un comportamiento respetuoso y silencioso para no afectar el orden de la audiencia y que de romperlo serían expulsados a otra habitación quedando representados por sus abogados.

La aclaración valió un planteo del abogado defensor Fausto Yrure, quien mencionó que cinco de sus defendidas que cumplen prisión preventiva domiciliaria por tener a su cargo exclusivo niños pequeños se verán complicadas de asistir a las extensas jornadas del juicio que se extenderán por semanas. Está previsto que el debate se extienda hasta mediados de noviembre.

El tribunal tomó nota del planteo y antes de arrancar permitió que entren a la sala fotógrafos y camarógrafos de medios locales y nacionales. La situación que se generó luego motivó una queja de Yrure, quien tildó de “abusiva” la intervención de los reporteros en la sala que disparaban las cámaras con primeros planos de los acusados, en su mayoría mujeres.

Luego, el juez Vázquez dio inicio a la lectura de las 180 páginas de la causa Los Patrones, que tiene 32 imputados, a la que siguió el anexo de cuatro causas más que están vinculadas, donde se repiten algunos nombres y de la que surgen siete procesados más.

Luego comenzó la lectura de la causa que adelantó este jueves El Ciudadano: el caso comenzó a finales de 2014 a raíz de un punto de venta de estupefaciente en Laprida y Chávez, desde el cual se empezó a desentrañar una organización con distintos roles y jerarquías que llegó hasta Guille Cantero y Jorge “Ema” Chamorro, entonces presos por delitos provinciales en el penal santafesino de Piñero. De esa cárcel y a través de un teléfono público impartían órdenes a sus respectivas esposas, Vanesa Barrios y Jésica Lloan, también acusadas como cabecillas de la banda.

A las 11.45 se realizó el primer cuarto intermedio y el debate se reanudó a las 12.25. En el segundo tramo, Yrure interpuso una revocatoria porque a los 22 acusados detenidos en el penal Ezeiza, quienes siguieron el debate por videoconferencia, no les sacaron las esposas.

“Esta defensa tomó conocimiento recientemente de la disposición del tribunal de que los acusados permanezcan esposados”, dijo Yrure tras recordar que sus defendidos “deberían estar presentes en la sala presenciando el juicio oral y público”, derecho que se les negó. El abogado aclaró que la ley dispone por regla general la asistencia a los debates “libre en su persona” y también citó la normativa que rige dentro de los penales, que dispone el uso de esposas solo cuando hay peligro de evasión o traslados. Pero por sobre todo planteó que las esposas dejan marcas en la muñecas y en algunos casos lastimaduras y se los está sometiendo a pasar jornadas “de ocho, diez, doce horas” esposados sin razón alguna, ya que en la sala se los vio custodiados por más de 15 empleados fuertemente armados, en un penal que cuenta con otros “500, 1.000 efectivos”.

El fiscal de juicio Federico Reynares Solari se opuso al planteo de la defensa, y luego de un cuarto intermedio el tribunal resolvió que continúen esposados por la “peligrosidad” de los detenidos.

El debate siguió durante toda la tarde con la lectura de la acusación de Los Patrones y las fuentes estimaban que las cuatro causas que se anexaron quedarán para este viernes.

En estos últimos meses, los altos mandos de las fuerzas nacionales en Rosario organizaron un fuerte operativo luego de las reuniones que mantuvo la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el gobierno provincial para garantizar la seguridad no sólo a los empleados judiciales sino también a los vecinos de los Tribunales federales. Este juicio oral se da a la sombra de 16 ataques mafiosos a funcionarios judiciales provinciales y también a investigadores que intervinieron en causas relacionadas al Clan Cantero.

Algunos detalles:

Más de 200 uniformados integrantes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Gendarmería Nacional (GNA), Prefectura Naval (PNA) y la Policía Federal (PFA) están abocados a la custodia del predio.

Toda persona que ingrese tiene que pasar por un detector de metales y contar con una credencial para circular por el edificio.

Durante las jornadas que se desarrolle el debate el tránsito estará restringido: en Alvear, entre San Luis y Rioja, no se podrá estacionar en ambas manos y en la única entrada habilitada al edificio por bulevar Oroño al 900 no se podrá estacionar sólo en la mano par.

La Empresa Provincial de la Energía (EPE) instaló un grupo electrógeno para prevenir inconvenientes por cortes de luz.

El Sies contribuyó con móviles para responder rápidamente a una emergencia.

El municipio aportó 4 cámaras de seguridad que se sumaron a las 25 que están instaladas en el edificio de los Tribunales Federales.

Desde las 9 de este jueves, los vecinos de esa zona vieron sobrevolar a un helicóptero y drones.

Personal especializado realizan operativos de “esterilización” donde utilizan perros para detectar explosivos, al finalizar la jornada sellan los ingresos.

Fuente: El Ciudadano.


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