Cómo se allanó, escuchó y detuvo tras el crimen de Claudio «Pájaro» Cantero
Policías, peritos y un testigo declararon en una nueva jornada del juicio oral y público por el homicidio de quien fuera jefe de Los Monos
El cuarto día de audiencias en el juicio oral y público que se le sigue a Luis «Pollo» Bassi y tres de sus allegados por el asesinato de Claudio «Pájaro» Cantero transcurrió entre declaraciones de investigadores de la causa, peritos y un testigo de allanamientos realizados en agosto de 2013 en busca de los sospechosos de matar al jefe de Los Monos.
Luis «Pollo» Bassi, Facundo «Macaco» Muñoz, Osvaldo «Popito» Zalazar y Milton Damario volvieron a ver la tarde de ayer a los policías que los capturaron o que trabajaron en la causa. Uno de esos policías se destacó al afirmar que al allanar la casa de Zalazar encontró una tarjeta verde correspondiente a un auto de Mercedes Paz, quien era pareja de Cantero al momento del crimen y hermana de Martín «Fantasma» Paz, asesinado el 8 de septiembre de 2013 dando pie al inicio de la causa contra el clan Cantero.
En ese marco, ayer a la tarde se sucedieron frente al tribunal un testigo civil y los policías Luis Quevertoque y Ariel Lotito, integrantes de la División Judiciales de la policía local que actuaban bajo órdenes del juez Juan Carlos Vienna en la pesquisa por la muerte de «Fantasma» y la banda de barrio Las Flores; y los agentes Walter Magliano, Raúl Saccone, Andrés Colombo, Sergio Pereyra y Gabriel Milval, todos partícipes de los allanamientos realizados a las viviendas de los imputados.
Armas en Villa G. Gálvez
En agosto de 2013, tres meses después del crimen de Cantero, se allanaron tres viviendas en Villa Gobernador Gálvez: dos en el Fonavi Guereño y otra en Guido Spanno al 1900, donde reside la madre de «Popito» Zalazar.
El testigo civil presenció dos de los allanamientos y ayer sólo contesto que vio «muchas armas y tres televisores». Tras él declararon los policías. A cada uno de ellos los fiscales Cristina Herrera y Enrique Paz les realizaron preguntas que a menudo fueron cuestionadas por los defensores Hilda Knaelblein y Claudia Burgos (por Damario), Fernando Sirio (por Bassi), Jorge Funes (por Muñoz) y Graciela Sanmiguel (por Zalazar).
El primer policía en declarar, aunque lo hizo por tercera vez en el juicio, fue Luis Quevertoque. Ayer se refirió al protocolo de los allanamientos y lo encontrado en cada domicilio. «En el Fonavi no encontramos mucho, pero en la casa de Zalazar, en calle Guido Spanno, dimos con armas y dos motos además de documentos de vehículos, 100 pesos, celulares y cosas por el estilo», dijo.
Luego Lotito y Saccone explicaron qué hicieron ellos durante los allanamientos y se focalizaron en las armas encontradas en la casa de Zalazar. También comentaron que en esa vivienda se encontró droga. «Según un familiar de Zalazar la cocaína encontrada era la que le robaban a Bassi», dijo Lotito.
Uno de los declarantes deslizó que «entre los documentos encontrados estaba la tarjeta verde de un Fiat Duna perteneciente a Mercedes Paz», hija de Luis, el hombre cuyos vínculos con el juez Vienna nunca quedaron claros y que en 2012 perdió a su hijo Martín bajo las balas de un hombre del clan Cantero.
Lotito leyó, de un acta confeccionada en 2013, que «una de las armas encontradas en los allanamientos podría ser la que disparó contra Cantero», y mencionó que «el mismo Zalazar hacía alarde de eso en su núcleo de conocidos».
Por último dos peritos balísticos hablaron de una pistola que hasta el momento nadie vio ni mencionó: una Glock que no se encontró en los allanamientos ni durante la investigación pero que dejó su huella en vainas servidas encontradas en Infinity Night, el boliche al cual estaba por ingresar Cantero el 26 de mayo de 2013, cuando desde una camioneta le descerrajaron tres balazos y dieron paso a una saga de venganzas que se prolongaron por varios meses.
Detenciones
Por la mañana, el comisario inspector Marcelo Marcos había contado su accionar en la investigación por el homicidio de Cantero. Esta vez el actual jefe de la Policía de Investigaciones (PDI) local hizo un relato cronológico de la pesquisa que desembocó en la detención de Damario, el 11 de septiembre de 2013. «Nos llegó información a través de intervenciones telefónicas en las que se determinó que estaba en Paraná, donde fuimos a buscarlo, pero no lo encontramos», recordó.
«Después —prosiguió— surgió el dato de que se iba a encontrar con un tal «Choto», oriundo de Pilar (Buenos Aires), a quien le entregaría dinero a cambio de vehículos robados. Esa persona estaba en una camioneta Amarok blanca. Se montó un operativo sobre la autopista Rosario-Santa Fe y se la siguió hasta la estación de servicios» de Santo Tomé a la que Damario llegó en un Bora negro y donde fue detenido.
La consideración más sustancial del relato de Marcos se escuchó cuando la abogada de Damario, Hilda Knaelbein, le preguntó si tenía conocimiento o manejaba algún indicio de la vinculación de su cliente con el homicidio de Cantero. «Lo que surgió es que el señor Damario tenía avidez por conocer qué sucedía con la familia Cantero», dijo Marcos, lo que se puede vincular con las escuchas y cruces de llamadas registrados entre el 26 y 28 de mayo, es decir las 48 horas posteriores al día en que asesinaron a Cantero.
En esos registros se percibe la desesperación de los hermanos de «Pájaro» para saber quiénes habían sido los autores del crimen. «Averiguame quién fue. Se habla de un tal «Milton» y un tal «Macaco». Son piernas del de allá», se escucha de uquien sería Ramón «Monchi Cantero» Machuca.
Además, la defensora de Damario interpeló a Marcos sobre el enfoque de la investigación respecto a su cliente, y preguntó por qué no se profundizó la pista sobre Milton César, el joven mencionado en un primer momento como asesino del «Pájaro», por lo que perdió a partede su familia en una emboscada.
«A Damario lo conocíamos, residía en Tablada y está en los informes que presentamos a los jueces. Son ellos los que guían la investigación, no nosotros que somos sus auxiliares», se excusó el funcionario de PDI.
También declaró Cristian Floiger, empleado policial imputado por integrar la banda de Los Monos. El oficial en disponibilidad se desempeñaba como máximo responsable del área de Inteligencia de la ex Dirección de Drogas Peligrosas y habló sobre su rol en la detención de Muñoz.
Fuente: www.lacapital.com.ar