América, el continente más golpeado por la pandemia

América superó a Europa en las últimas 24 horas y se convirtió en el continente con mayor cantidad de infectados de coronavirus tras el aumento de casos en países como Estados Unidos y Brasil, mientras el vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, anunció hoy que estaba internado por la enfermedad.


La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) fue aún más lejos y proyectó hoy que, en las próximas semanas, el epicentro de la pandemia global podría concentrarse en América Latina, con Brasil, Perú, Ecuador, Chile y México, como los países con situaciones más preocupantes.

«América Latina probablemente será el nuevo centro de la pandemia, dado que los casos aquí están aumentando a muy rápida velocidad», destacó en una conferencia de prensa Ana de Lemos, directora ejecutiva de MSF en Brasil, el país más afectado de la región con más de 177.500 casos y 12.400 fallecidos, incluido un nuevo récord diario de decesos.

Antes del alerta de MSF, la Organización Mundial de la Salud (OMS) habia calculado hoy que el continente americano registra más de 1,74 millones de infectados, debido a la fuerte aceleración de las últimas semanas, y superó a Europa, la región que durante los primeros dos meses de la pandemia fue el epicentro y ahora comenzó a experimentar una ralentización de sus curvas de contagios.

Actualmente Europa apenas supera los 1,73 infectados y su ritmo de expansión de la pandemia es sustancialmente menor a América, por lo que está brecha se espera que siga creciendo en las próximas semanas.

«América va definitivamente por delante en la pandemia por el número de casos y hay muchas muertes que están ocurriendo», explicó una de las voceras de de la OMS, Margaret Harris, citada por la agencia de noticias EFE.

Rusia es una de las excepciones en esta tendencia ya que, en estas últimas semanas, se encuentra entre los países con ritmos de contagios más importantes del mundo.

Pese a registrar más de 232.000 infectados y más de 2.100 muertos por coronavirus, Rusia comenzó hoy su reapertura gradual, una noticia que fue opacada, sin embargo, por la confirmación de que el vocero del presidente Vladimir Putin, Dmitri Peskov, dio positivo en una prueba de Covid-19.

“Sí, estoy enfermo. Estoy recibiendo tratamiento”, dijo Peskov, de 52 años, a la agencia de noticias rusa Interfax, y agregó que la última vez que se encontró con el mandatario en persona fue hace un mes.

Peskov, vocero de Putin desde 2008, se suma a otros funcionarios rusos con coronavirus: el primer ministro Mikhail Mishustin, la ministra de Cultura Olga Lyubimova, el ministro de Construcción Vladimir Yakushev, y uno de sus asesores.

Mientras en Europa, los países que sufrieron los principales brotes -Reino Unido, Italia, España, Francia y Alemania- parecen haber llegado al pico de la pandemia y comenzaron a salir de sus cuarentenas, en América, el ritmo del contagio sigue creciendo en la mayoría del continente, con situaciones dramáticas en Estados Unidos, Brasil, Perú, Ecuador y México.

Estados Unidos es hace alrededor de un mes el epicentro de la pandemia global y, dentro del país, el estado más golpeado es Nueva York, justamente el distrito que parece estar alcanzando su pico del brote, aunque aún las cifras de muertos e infectados son muy altas, más de 21.600 y más de 337.000, respectivamente.

Sin embargo, otros estados están atravesando una expansión rápida del virus.

Uno de ellos es Florida, con casi 42.000 infectados y cerca de 1.800 muertos.

Pese a estas cifras, Florida, como muchos otros estados -la mayoría gobernados por dirigentes republicados aliados del presidente Donald Trump-, comenzó su reapertura gradual, en medio de advertencias de expertos y temores de la oposición.

Pero la tensión por las reaperturas de las economías locales no se limita solo a los estados, sino que existe dentro del propio gobierno de Trump.

La máxima autoridad de Estados Unidos en enfermedades infecciosas, el doctor Anthony Fauci, advirtió hoy al Congreso que una reapertura demasiado apresurada de la economía provocará «consecuencias que podrían ser realmente graves» en el país.

En una intervención por teleconferencia ante la Comisión de Salud, Trabajo y Pensiones del Senado, Fauci dijo que más infecciones de coronavirus son inevitables a medida que las personas comiencen a reunirse nuevamente, pero destacó que lo preparadas que estén las comunidades para eliminar esas chispas determinará qué tan grave será el rebote.

El testimonio de Fauci llegó justo en momentos en que el presidente Donald Trump está elogiando a aquellos estados que reanudaron actividades económicas prolongadas tras las cuarentenas impuestas para contener el brote y presiona al resto de los estados a una inmediata reapertura.

En ese contexto, la televisora NBC News reveló un informe del grupo de trabajo de la Casa Blanca para el coronavirus que sostiene que la tasa de contagios está disparándose en los estados del centro de Estados Unidos, lejos de las costas, en contradicción con la afirmación de Trump de que estaba «disminuyendo rápidamente en todo el país».

Una situación similar se vive en Brasil, donde el presidente Jair Bolsonaro exige una vuelta a la normalidad a contramano de las cifras ascendentes de la pandemia -más de 12.000 muertos y de 177.500 infectados-, los consejos de expertos y hasta las posiciones de los gobernadores de los estados más afectados.

Esta pulseada política quedó al desnudo hoy nuevamente cuando el flamante ministro de Salud, Nelson Teich, se enteró por la prensa que el mandatario había decretado la reapertura de gimnasios y peluquerías, una medida que, además, rechazaron los gobernadores de Ceará, Maranhao, Bahia, Espirito Santo, Río de Janeiro y Pará.

Los gobernadores, a los que se les podría sumar el de San Pablo en las próximas horas, ya anticiparon que no aplicarán ese decreto, haciendo uso de la autonomía otorgada por el Supremo Tribunal Federal para enfrentar la pandemia. Telam

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