La Academia Nacional de Ciencias premia al Dr. Néstor Carrillo
El investigador superior del CONICET-UNR fue reconocido con el Premio Consagración Eugenia Sacerdote de Lustig por su trayectoria en el estudio de cómo las plantas enfrentan condiciones ambientales extremas. El científico alertó sobre el inédito «grado de virulencia» que vive la comunidad científica argentina.
La Academia Nacional de Ciencias (ANC) ha puesto en valor el trabajo de la ciencia rosarina al distinguir al investigador villagalvense del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR), Néstor Carrillo.
El máximo reconocimiento, el Premio Consagración Eugenia Sacerdote de Lustig, fue otorgado al Dr. Néstor Carrillo, Investigador Superior del CONICET y profesor de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR. Carrillo es una figura central en el estudio de la Bioquímica del Estrés en Plantas, investigando cómo los cultivos responden y se adaptan a condiciones adversas como la sequía, la salinidad o las plagas.Ciencia argentina y seguridad alimentaria
El trabajo de Carrillo, que ya fue reconocido con galardones como el Konex de Platino y la Beca Guggenheim, combina la ciencia básica con la aplicación tecnológica, abriendo caminos cruciales para el desarrollo de cultivos más tolerantes al cambio climático. Esta línea de investigación es fundamental para la agricultura del futuro y la seguridad alimentaria a nivel global.
El científico se formó completamente en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde obtuvo su doctorado, y completó su formación en centros de investigación de Alemania y Estados Unidos.
Alerta por la situación del sector: «Lo peor que haya visto»
Tras recibir el premio, Carrillo no solo agradeció a la Academia por el reconocimiento de su propia comunidad, sino que aprovechó el momento para expresar su profunda preocupación por la situación actual del sector científico.
El investigador sostuvo que lo que sucede es «algo inesperado, lo peor que haya visto» en su carrera. Afirmó que la situación no es un simple retroceso, sino que los científicos viven «un grado de virulencia sin precedentes«.
«He conocido la desidia, la ignorancia, el desconocimiento, pero nunca nos identificaron como enemigos», sentenció Carrillo, lamentando el clima actual.
El Dr. Carrillo consideró que este reconocimiento cobra una importancia adicional al servir de apoyo a los jóvenes que puedan estar dudando de sus carreras. «Viene bien para poder exponer la preocupación que tenemos y que no solo es un reclamo gremial: es la convicción inamovible de que el conocimiento y la educación son la base de nuestra sociedad», concluyó.