Expulsan a una ex reina de belleza boliviana vinculada a 359 kg de cocaína
La Policía Federal Argentina deportó a una mujer de 22 años, hija de un poderoso jefe narco boliviano, que fue hallada junto a su pareja, un narcotraficante brasileño, en una avioneta con matrícula adulterada que aterrizó de emergencia en Entre Ríos con un cargamento millonario.
La Policía Federal Argentina (PFA), en un operativo coordinado por el Ministerio de Seguridad Nacional, concretó la expulsión de una ciudadana boliviana de 22 años involucrada en un caso de contrabando de estupefacientes que conmocionó al país.
La medida, dispuesta por la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), se relaciona con el hallazgo de 359 kilogramos de clorhidrato de cocaína de máxima pureza el pasado 22 de enero, en una avioneta que debió realizar un aterrizaje de emergencia en la localidad de Ibicuy, Entre Ríos.
De modelo a presunta integrante de una red criminal
La mujer deportada fue identificada como una ex reina de la belleza en su país de origen. Al momento de la incautación de la droga, viajaba en la aeronave de matrícula boliviana adulterada junto al piloto, sindicado como su pareja y un reconocido narco brasileño. Ambos fueron detenidos en esa oportunidad por la Policía de Entre Ríos.
La investigación posterior reveló que la joven es hija de un poderoso jefe de un cártel narco en Bolivia. Además, se logró establecer su vinculación directa con una organización criminal transnacional dedicada al tráfico de estupefacientes, con presencia operativa en al menos cuatro países sudamericanos.
Esta estructura internacional era supuestamente liderada por un ciudadano peruano, identificado como José Alberto García Nazario. Asimismo, se determinó que la avioneta utilizada había sido adquirida por el padre y el hermano de la modelo, dos sujetos con frondosos antecedentes penales internacionales.
Operativo de seguridad reforzado
Acorde a la legislación vigente, la DNM ordenó a la Comisaría de Asuntos Migratorios de la PFA que ejecutara la expulsión de la mujer hacia su país natal.
Dada la peligrosidad del entorno delictivo que la rodea, se implementó un dispositivo de seguridad especialmente reforzado para su traslado. Efectivos federales la custodiaron hasta el Aeropuerto Internacional de Ezeiza Ministro Pistarini, desde donde partió hacia Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, para quedar a disposición de las autoridades judiciales de ese país.