La Provincia activó los trabajos en el cauce del arroyo para detener el retroceso de la Cascada Saladillo
Se trata de un proyecto hídrico que debía comenzar de manera urgente para evitar consecuencias trágicas. Tras el abandono del Gobierno nacional, la gestión de Maximiliano Pullaro asumió la obra con fondos provinciales. Se encuentra emplazada en zona sur de Rosario, a pocos metros del paso a Villa Gobernador Gálvez.
El Gobierno de la Provincia de Santa Fe avanza con una intervención estratégica sobre la cascada del arroyo Saladillo, en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez, con el objetivo de frenar la erosión que amenaza la infraestructura del puente Molino Blanco y las principales vías de comunicación entre ambas ciudades.
“Actualmente, como inicio de una nueva serie de trabajos del proyecto, se están ejecutando los primeros trabajos en el cauce del arroyo, que incluyen perforaciones de alivio, desvíos del agua y la colocación de muros guías, como parte de las tareas preparatorias para la construcción de la pantalla continua de defensa”, comentó el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, sobre los avances en la obra que busca detener la erosión retrogradante de la cascada.
Provincia actuó a tiempo
“El retroceso de la cascada es una problemática que se analiza hace más de 20 años y en la última década retrocedió más de 400 metros, aproximándose al puente que conecta Rosario con Villa Gobernador Gálvez. Era otra obra de alta inversión, que Nación iba a ejecutar, pero que finalmente pasó a Provincia gracias a la decisión del gobernador Maximiliano Pullaro. La situación no daba para más espera, había que actuar antes de que sea tarde’’, comentó el ministro.
Sobre la financiación del gobierno provincial Enrico resaltó que “estamos hablando de una inversión de $ 28.000 millones con más de 2.500 toneladas de hierro enterradas a 34 metros de profundidad, lo que equivale a un edificio de 10 pisos bajo tierra’’.
La obra en su totalidad comprende dos etapas: por un lado, los trabajos en el sector del puente, con el objetivo de reforzar su estructura para que no corra peligro, que ya tiene un 90% de trabajos hechos; y por otro lado, todas las tareas que se desarrollan en cercanía a la cascada y sus laterales, que posibilitarán detener el retroceso a través de dos pantallas subterráneas de contención. Esta segunda etapa se encuentra con un avance de 20 %.
Las dos etapas en marcha
Repasando las tareas que se llevan a cabo en el mes de julio, el secretario de Recursos Hídricos, Nicolás Mijich, explicó que la tarea empezó con “los trabajos previos para la colocación de los elementos de la pantalla contigua en el cauce del arroyo. Ya tenemos ejecutados 5 módulos de hormigón de la pantalla principal y 7 bloques de anclaje. Además, en la etapa I de la obra, finalizamos con la reconstrucción de la losa de fondo y avanzamos con la colocación de mantas de bloques de hormigón adheridos a geotextiles para proteger los estribos del puente Molino Blanco”.
“En esta segunda etapa de la obra, se ejecuta un sistema de estabilización de suelos mediante la construcción de dos pantallas subterráneas de hormigón armado a una profundidad de hasta 34 metros. Una de ellas, continua y ubicada aguas abajo, funcionará como defensa principal contra la erosión. La segunda pantalla, discontinua y aguas arriba, actuará como sistema de anclaje. Ambas estarán conectadas mediante vigas de vinculación que garantizarán su funcionamiento conjunto”, finalizó Mijich.