Cónclave 2025: Todos los participantes juran secreto absoluto bajo pena de excomunión
Desde cardenales hasta personal de servicio, más de un centenar de personas comprometieron su silencio perpetuo sobre el proceso de elección papal en una ceremonia solemne en el Vaticano.
Este lunes se realizó en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico el juramento de confidencialidad que marca el inicio formal del Cónclave 2025. Todos los participantes -desde altos prelados hasta empleados de cocina y seguridad- suscribieron bajo pena de excomunión automática el compromiso de guardar secreto absoluto sobre el proceso de elección del próximo Papa.
La ceremonia, presidida por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, siguió al pie de la letra lo establecido en la constitución apostólica «Universi Dominici Gregis» de Juan Pablo II. Cada uno de los presentes juró «perpetuamente» no revelar ningún detalle sobre las votaciones, abstenerse de realizar grabaciones y aceptar que cualquier violación acarrearía la excomunión «latae sententiae» reservada a la Santa Sede.
La lista de juramentados refleja la compleja logística del Cónclave: desde el secretario del Colegio Cardenalicio y ceremonieros pontificios hasta médicos, ascensoristas, cocineros, floristas y dos oficiales de la Guardia Suiza. Todos ellos, tras recibir una explicación detallada del alcance del juramento, firmaron personalmente el documento mientras colocaban su mano sobre los Evangelios.
El protocolo establece medidas extremas de reserva: están prohibidos teléfonos móviles, grabadoras y cualquier dispositivo electrónico dentro de la Capilla Sixtina durante las votaciones. Incluso los confesores multilingües designados para asistir espiritualemente a los cardenales electores quedan sujetos a este secreto inviolable.
Con este acto ceremonial, el Vaticano da el último paso previo al inicio del Cónclave este miércoles, cuando los 125 cardenales electores quedarán completamente aislados del mundo exterior hasta que emerja la fumata blanca anunciando «Habemus Papam».