La declaración que brindó la acompañante de Agustín López reveló datos que marcaron la imputación.
Giovanna R., que estaba en el 206 el martes pasado al momento del siniestro vial, aseguró que el joven “estaba cegado” al perseguir a un motociclista con el que había discutido en el túnel Arturo Illia.
En la audiencia donde fue imputado Agustín López Gagliasso (20), el conductor del 206 que el martes pasado atropelló a 120 kilómetros por hora y mató a una mujer y a su hija –e hirió a otra, de 6 años–, las fiscales Mariana Prunotto y Valeria Piazza Iglesias expusieron el testimonio de la joven que iba como acompañante en el auto al momento del siniestro vial. Giovanna R. (20) fue quien relató la pelea que mantuvo el acusado con un motociclista en medio del túnel Arturo Illia antes del choque.
Luego de comentar que había conocido a Agustín en Mar del Plata a comienzos de este mes, y que no era su pareja, Giovanna relató lo que pasó ese martes: “Me pasó a buscar por mi casa en el 206 gris. Yo estaba con una amiga. En el auto también estaba un amigo de él. Nos fuimos a la Florida, pagamos el cruce y fuimos a un parador. De ahí volvimos a las 20 con la última lancha. Agustín y el otro chico tomaron alcohol, yo tomé gaseosa”.
“Dejamos al amigo, después a mi amiga y desde ahí fuimos a la casa de él por cinco minutos, solo para que pueda sacar a pasear su perra. De ahí nos íbamos para mi casa. Agarró Circunvalación, luego Belgrano. Casi llegando al Monumento le pregunté por qué calle iba a agarrar y me dijo que por Avellaneda. Siguió, pasó por el Monumento, cuando llegamos al túnel se escucha una moto, por el ruido fuerte. Nos pasa y él (Agustín) grita: «negro de mierda, forro, la concha de tu madre». Lo gritó con el vidrio bajo, asomado por la ventana. Esto fue a mitad del túnel, más o menos”, añadió.
Según la joven, “la moto se quedó haciendo zigzag entre los autos, a más baja velocidad”. “Por el lado derecho iba una ambulancia y autos detrás de ella. La moto era grande, creo que sin patente, de color negra. La persona que la manejaba era robusta. Iba muy rápido. Le pedí a Agustín que dejara de insultar y le dije «Basta, no pelees. Dejalo ahí». Veo que no me mira, no me presta atención y acelera con toda”, agregó.
“Gritaba como una loca, pensé que me moría. Él estaba muy cegado. Nunca me dijo nada, yo tenía miedo, estaba muy agresivo. Cuando empezó a pasar a los autos me agarré fuerte”, amplió.
La acompañante afirmó que no sintió el impacto del choque. “Salí sola del auto, por mis propios medios. Me vi llena de sangre. A él nunca lo miré. Me saqué el cinturón. Me dolía todo. Al principio, no podía caminar, tenía vidrios pegados en la cara. Llamé a mis padres, pedí ayuda a la gente. No entendía nada, estaba en shock. La policía me tomó los datos, no se daban cuenta de que era la acompañante”, indicó.
“En todo esto, Agustín siempre estuvo enfocado en seguir a la moto. Estaba en la suya, no le importó nada, si yo me moría o si chocaba con otros autos. Un inconsciente, un loco”, finalizó. (Fuente: Rosario3.com)