Ángel Di María se despidió de la Selección: «Voy a estar eternamente agradecido”
«Gracias eternas, ahora soy un hincha más», agradeció el ídolo argentino ante un Monumental repleto que coreó su apodo.
En una noche cargada de emoción en el estadio Mâs Monumental, Ángel Di María recibió un merecido homenaje por su histórica trayectoria con la Selección Argentina, poniendo fin a su ciclo con la camiseta albiceleste. El público, que colmó las gradas, se rindió a los pies de uno de los jugadores más emblemáticos de la última generación de la selección.
El evento comenzó con la conducción de Sergio Goycochea, quien presentó un emotivo video narrado por una de las hijas de Di María, repasando su carrera en primera persona. Luego de un sentido abrazo familiar, Lionel Messi apareció en un video para dedicarle unas palabras: “Tuvimos la posibilidad de compartir un año juntos y muchos mates. Al final fuimos campeones de América y del mundo. Disfrutalo mucho, te lo merecés”, dijo el capitán.
El homenaje continuó con la entrega de una placa por parte del presidente de la AFA, Claudio Tapia, y una réplica de la Copa América, otorgada por Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL. Abel Pintos también le dedicó unas estrofas antes de que el plantel argentino ingresara al campo para sumarse al reconocimiento.
Visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, Di María tomó el micrófono: «Es difícil poder hablar, tengo muchos sentimientos por dentro. Agradezco a todos en la AFA, al cuerpo técnico, a los compañeros que pasaron y los que están hoy. Gracias a ellos me estoy yendo de esta manera, con este cariño. Voy a estar eternamente agradecido».
El exjugador del PSG también tuvo palabras para su familia, agradeciendo su apoyo incondicional a lo largo de los años: «Agradezco a mis viejos, a mi hermana y, sobre todo, a las personas más importantes de mi vida, que me bancaron siempre».
El homenaje culminó con la presentación de un cuadro conmemorativo de Di María levantando el trofeo del Mundial, mientras sus compañeros lo rodeaban entre cánticos y saltos. El «Fideo, Fideo» resonó en todo el estadio, inmortalizando un legado que quedará para siempre en la historia del fútbol argentino.