Prisión preventiva para un hombre por amenazas a la policía durante el derribo de un «búnker»

Un hombre quedó imputado con prisión preventiva por dos años en la ciudad santafesina de Rosario por amenazas y resistencia a la autoridad al interferir en la demolición de un «búnker» de venta de drogas atribuido al narco preso Francisco Riquelme, informaron fuentes judiciales.

Se trata de la segunda persona imputada en dos días por un delito similar, luego de que ayer una amiga del narco también condenado, Alan Funes, fue acusada por las amenazas durante el derribo de un «búnker» ubicado en calle Ayacucho al 4300.

El fiscal del caso, Pablo Socca, acusó hoy a un hombre identificado como Leonel Juan Zapata (34) de grabar con su teléfono celular y amenazar a personal policial el lunes último durante la demolición de una vivienda destinada al comercio de estupefacientes, ubicada en calle Felpe Moré al 600 de Rosario, informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

El inmueble que comenzó a ser demolido es uno de los cinco «búnkeres» de comercio de drogas que una jueza autorizó derribar la semana pasada por pedido del fiscal Franco Carbone.

Según la acusación de Socca, el lunes a las 11.45, mientras personal del Ministerio de Seguridad realizaba las tareas de demolición del inmueble de la calle Felipe Moré, perteneciente a un hermano del narco condenado «Fran» Riquelme, Zapata salió de la edificación y comenzó a grabar con su celular a los trabajadores.

El fiscal explicó que el hombre envió mensajes con esos videos «a personas no identificadas» y le dijo al personal del ministerio que «esto no va a quedar así».

Derribaron otros tres puestos de venta de drogas por la Ley de Microtráfico

Además, intentó «entorpecer el accionar del procedimiento», precisó Socca durante la imputación realizada esta mañana en el Centro de Justicia Penal de Rosario.

Por su parte, los policías que estaban de custodia en el lugar detuvieron a Zapata y le secuestraron el celular, que fue enviado a peritar.

El fiscal acusó al hombre de los delitos de «amenazas y resistencia a la autoridad», y la jueza de la audiencia, Lorena Aronne, le dictó la prisión preventiva por dos años.

Voceros judiciales explicaron que con el nuevo proceso, Zapata incumplió las medidas alternativas a la libertad que le habían otorgado en una causa por robo, al tiempo que había estado involucrado en otros procedimientos el año pasado y también lo habían arrestado por una balacera, aunque luego recuperó la libertad.

La vivienda donde estaba Zapata el lunes es un inmueble atribuido a un hermano de Fran Riquelme, sindicado como jefe de una célula narcocriminal que opera en los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial, en el noroeste de Rosario, para el capo narco preso Esteban Alvarado.

Riquelme también está preso en una cárcel federal y la semana pasada fue imputado por el fiscal Franco Carbone por la balacera a una seccional policial ocurrida en diciembre pasado.

En esa audiencia, el fiscal sugirió en base a evidencias recolectadas en la investigación, que Riquelme está detrás de algunas de las amenazas sufridas por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.

Ante estos hechos, la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, dispuso el aislamiento de Riquelme en su lugar de detención, con el fin de entorpecer sus comunicaciones con el exterior desde la cárcel.


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