La obra de la cascada del arroyo Saladillo está paralizada por deuda de Nacion.
Este trabajo es clave, porque prevé el reacondicionamiento del puente Molino Blanco —ubicado en la calle Ayacucho sobre el Arroyo Saladillo—, que vincula las localidades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez.
Otra vez el mismo problema. A principio de año la propia ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat provincial, Silvina Frana, tuvo que viajar a Buenos Aires personalmente para dinamizar el cobro de fondos nacionales destinados a la obra de la cascada del arroyo Saladillo en la zona sur de Rosario, y ahora, nuevamente, se retrasó el pago y el proyecto prácticamente se frenó.
Resulta que el año pasado el ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, con financiamiento de la Nación, dio inicio a la primera etapa de las obras correspondientes a la estabilización de la cascada del Arroyo Saladillo, en el marco del proyecto de recuperación del Parque Regional Sur, que incluye obras hidráulicas en el curso del arroyo Saladillo, pero lo que iba a demorarse ocho meses, ya se extendió más de un año.
Este trabajo es clave, porque prevé el reacondicionamiento del puente Molino Blanco —ubicado en la calle Ayacucho sobre el Arroyo Saladillo—, que vincula las localidades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Este plan brindará una solución integral a la problemática de estabilización de la cascada, en el corto y largo plazo.
“Ahora la obra está muy lenta porque Nación adeuda pagos”, afirmó a Mirador Provincial Frana y agregó que están a la espera de que se “concrete” la modificación presupuestaria que “se firmó hace poquito”.
La funcionaria, nuevamente, estuvo averiguando en Buenos Aires los motivos por el retraso en el envío de los fondos y lo que sucedió –según Frana- es que se modificó el monto que se enviará, por ende, “hay que esperar la entra de los recursos nacionales”, que es con lo que se financia esta obra. “Es para actualizar el fondo hídrico”, informó.
Actualmente la obra, que está dividida en dos etapas, se encuentra transitando la primera. Frana explicó que lo realizado “no llega al 40% de avance”, mientras que a la segunda le falta bastante más trabajo, porque le resta “entre un 70% y 80%” de avance.
El masterplan constaba de un plazo de ejecución de obra de ocho meses, pero desde que comenzó en julio de 2022, ya pasó más de un año y aún sigue sin concluirse. A recursos de hoy en día, el plan demanda unos “ocho mil millones de pesos”, indicó Frana, aunque hay que ir actualizando el monto en base a la inflación.
Al mismo tiempo que se espera que llegue el dinero nacional, la Ministra recordó que el gobierno de la provincia de Santa Fe se encuentra en pleno trabajo de obras complementarias como, por ejemplo, una calle nueva que es el ingreso a la reserva. “Se trata de una operación muy cuidada porque es una exigencia de los organismos ambientales”.
La nueva cascada con lupa
Las obras de este trabajo se desarrollan en dos etapas: la primera prevé el reacondicionamiento estructural del puente Molino Blanco y la protección de la cascada para detener el retroceso de la misma; en tanto que la segunda consiste en la ejecución de una pantalla de hormigón armado.
Las tareas contemplan el reacondicionamiento del puente Molino Blanco ubicado en la calle Ayacucho sobre el Arroyo Saladillo, que vincula las localidades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez, y brindarán una solución integral de la problemática de estabilización de la cascada, en el corto y largo plazo.
Las acciones se desarrollan en el marco del proyecto de recuperación del Parque Regional Sur, que se ejecutará en dos etapas: la primera prevé el reacondicionamiento estructural del puente Molino Blanco y la protección de la cascada para detener el retroceso de la misma; en tanto que la segunda consiste en la ejecución de una pantalla de hormigón armado. La iniciativa cuenta con una inversión que supera –hoy en día- 8.000 millones de pesos.
Las mejoras consisten en el refuerzo del puente existente, mediante la construcción de una nueva cimentación que permita mantener su estabilidad ante la eventual erosión del lecho del arroyo, con el objeto de conservar el punto de conexión. (Fuente: El Mirador Provincial)