Buscan al jefe de sicarios del capo narco Alvarado que «desapareció» en la cárcel de Devoto

Mauricio Laferrara, hijo de un legendario peso pesado del hampa rosarina y a quien le achacan haber cometido media docena de asesinatos por encargo, no está en la prisión federal donde estaba alojado: una versión dice que se fugó, otra que lo mataron y tras trozarlo se lo llevó el camión de basura

Un hombre condenado dos veces a prisión perpetua por homicidios y considerado hasta su detención, en 2019, como jefe de los sicarios del capo narco de la ciudad de Rosario Esteban Lindor Alvarado, era buscado intensamente hoy luego de que las autoridades penitenciarias descubrieran que no se hallaba en su celda durante un recuento de presos del Complejo Penitenciario de la Ciudad, en el barrio de Villa Devoto.

Fuentes judiciales confirmaron que se trata de Mauricio Jesús Laferrara (27), alias «Mauri» o «Caníbal», quien no fue encontrado por personal del Servicio Penitenciario Federal en la planta III del Pabellón 11, donde estaba cumpliendo su condena.

Aparentemente, el interno, cuyo legajo penitenciario es el 428757 y se encuentra a disposición de la Oficina de Gestión Judicial 1a Instancia de Rosario, recibió ayer una visita y luego no fue encontrado en su celda durante un conteo, añadieron las fuentes.

Laferrara fue condenado junto a Alvarado, en junio de 2022, a prisión perpetua por el homicidio del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en noviembre de 2018.

El cuerpo de Maldonado fue encontrado en el inicio de la autopista Rosario-Buenos Aires, baleado y con una nota que decía «con la mafia no se jode», un sello que utilizaban entonces los miembros de la narcobanda «Los Monos», enfrentada a Alvarado.

Por ese hecho -y otros delitos como asociación ilícita, lavado de dinero, amenazas y balaceras- también fue condenado en el mismo juicio a prisión perpetua el propio Alvarado.

En abril de este año, otro tribunal también estableció la pena de prisión perpetua para el «Caníbal» por el asesinato de un joven llamado Cristian Beliz.

De acuerdo a lo ventilado en el juicio, Laferrara participó junto a Franco Aranda, Gastón Tévez y Matías Ávila -todos condenados- de la balacera a una distribuidora en la que fue herido y quedó hemipléjico su dueño, Oscar «Manco» García.

El ataque a tiros ocurrió la mañana del 7 de septiembre de 2019 en la distribuidora de García, ubicada en Constitución 5147, un hombre sindicado como líder de una organización que usurpaba viviendas, recordaron fuentes policiales.

Según voceros judiciales, García es tío de Mauricio Laferrara, quien habría cumplido aquél ataque por orden de Alvarado, que quería quedarse con el comercio del «Manco».

El hombre que era buscado en la cárcel de Devoto también fue imputado por el secuestro y asesinato de un joven llamado Cristian Enrique, ocurrido en octubre de 2018 en Rosario.

A la vez, los fiscales que lo acusaron tras su detención, lo imputaron por un triple homicidio de personas vinculadas a «Los Monos» ocurrido en abril de aquél año en la localidad de Granadero Baigorria, cuyas víctimas fueron Gerardo Abregú y los hermanos Ezequiel y José Fernández.

Ezequiel «Parásito» Fernández estuvo involucrado en un fallido secuestro extorsivo pergeñado desde la cárcel por el jefe de «Los Monos», Ariel «Guille» Cantero, pero no llegó a juicio porque fue asesinado.

La historia criminal de la familia Laferrara se inició con el padre de «Caníbal», Jorge (63), quien en 2000 fue condenado por tráfico de marihuana en la provincia de Corrientes, al ser detenido con casi 80 kilos de drogas junto a Ariel «Viejo» Cantero, el primer jefe de la banda «Los Monos».

Tras cumplir esa condena, en 2008 Jorge Laferrara fue objeto de una nueva sentencia, en esa ocasión por el asesinato de un adolescente al que acusó de robarle un caballo.

El chico estaba ligado a la familia Cantero, líder de «Los Monos», y desde entonces el vínculo entre ambas grupos se rompió hasta la actualidad.

En 2015, Jorge no regresó de una salida transitoria de la cárcel y recién volvió a ser detenido en 2019 en la puerta de la chatarrería que tenía a la salida de Rosario por la ruta provincial 18, recodaron fuentes judiciales.

En abril de 2021 fue condenado a 2 años y 9 meses de prisión por intentar coimear a los policías que lo detuvieron en su chatarrería, pena que se unificó en 21 años de cárcel por la sentencia por homicidio.

Otro de sus hijos, Miguel Ángel «Lolo» Laferrara, también siguió los pasos familiares y en diciembre de 2020 recibió una pena de 10 años y 8 meses de prisión por el asesinato, en 2012, de un adolescente de 16 años.

Había estado prófugo durante siete años hasta que fue capturado en la localidad entrerriana de La Paz, en noviembre de 2019.

En octubre del año pasado cayó en un control, con 3 kilos de cocaína en su automóvil, Yoana Laferrara (28), hermana de «Lolo» y «Caníbal».


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