Fernández pidió dar “valor” a Mercosur: “No pueden condenarnos a ser proveedores de materias primas”
«Quiero agregar valor a lo que producimos porque así podemos ser protagonistas del futuro», aseguró el Presidente en el discurso inaugural de la Cumbre de Jefes de Estado que se desarrolla en Puerto Iguazú.
El presidente Alberto Fernández exhortó a sus pares del Mercosur, reunidos en Puerto Iguazú, a «integrarse al mundo no solo como proveedores de materias primas sino como exportadores de productos elaborados» y dijo que aspira a que las negociaciones en marcha con la Unión Europea (UE) «arrojen resultados equilibrados para todas las partes».
«Hablo de ser parte del mundo global con la fuerza de las economías que se desarrollan y no con la debilidad de las que se primarizan. Nadie puede condenarnos a ser los proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos venden a precios exorbitantes», advirtió Fernández en su discurso frente a sus pares del bloque regional.
Subrayó además que el destino del Mercosur es «ser parte del mundo global con la fuerza de las economías que se desarrollan y no con la debilidad de las que se primarizan».
En un discurso centrado en desandar las divergencias ya manifestadas por Uruguay respecto de las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio con la UE, el mandatario señaló que el país quiere avanzar en las negociaciones y aclaró que su Gobierno no está en una posición «aislacionista».
«Nadie puede condenarnos a ser los proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos venden a precios exorbitantes. Una visión que no advierta la dimensión de lo que aquí digo podría inducir a algunos a pensar que de ese modo no alcanzaremos los estándares de libre comercio que algunos socios pretenden», dijo en alusión a la postura del Gobierno de Luis Lacalle Pou.
Posteriormente, en conferencia de prensa, el mandatario amplió su postura sobre el acuerdo con la UE: dijo que el avance de ese convenio «no estuvo demorado por decisión de los países del Mercosur sino por conflictos internos» en el Viejo Continente que, dijo, «podrían sintetizarse como la posición de algunos países que no están dispuestos a terminar con los subsidios agrícolas que dan a sus productores, y que para países del Mercosur son muy importantes para competir y entrar en esos mercados».
También señaló Fernández que la UE tomó recientemente «decisiones ambientales unilaterales» que «cambian las reglas del preacuerdo que se firmó a mediados de 2019», lo cual fue «admitido» por ese bloque y sobre lo cual «habló con líderes europeos, y que «afectan mucho a los países menos industrializados del Mercosur».
Añadió además que «hay normas que no compartimos y que impiden dar privilegio a empresas nacionales a la hora de hacer compras gubernamentales».
No obstante, aseguró que en el bloque regional está la «vocación» de encontrar un acuerdo con la UE, al manifestar que «en un mundo que vuelve a polarizarse comercialmente entre Estados Unidos y China, la posibilidad de construir un eje entre Europa y el Mercosur es algo muy valioso y lo queremos perfeccionar».
En su mensaje ante sus pares, el Presidente había afirmado que no está «parado en el lugar aislacionista en el que algunos» lo «quieren ver parado».
«Quiero agregar valor a lo que producimos porque así podemos ser protagonistas del futuro. De lo contrario, seguiremos perfeccionando la tremenda desigualdad que hoy posterga a nuestros pueblos», añadió.
Sobre el acuerdo con la UE, había explicado: «Tenemos una visión crítica de lo que se acordó entonces. Aquello fue el fruto de un esfuerzo muy desigual entre las partes. Así, el Mercosur fue el que más cedió siendo el bloque con menor nivel de desarrollo relativo en el Acuerdo. La presentación de nuevas demandas en materia ambiental (…) presenta una visión parcial del desarrollo sostenible, centrada en lo ambiental, con nulo registro de las tres dimensiones de la sostenibilidad», aclaró.
Aun así, había reiterado que Argentina estima que el acuerdo representa una oportunidad: «Aspiramos a que las negociaciones en marcha arrojen resultados equilibrados para todas las partes».
Aunque el debate sobre la relación con la UE atrae todos los focos, la intervención de Fernández fue más allá y recordó que el Mercosur lleva adelante otras negociaciones, entre ellas con países de América Central y con otros «más distantes como los Emiratos Árabes Unidos».
Fernández insistió además en algo que ya había mencionado en la pasada cumbre realizada en Montevideo y es que todo lo actuado se da en un «escenario en el que la globalización cruje, que no muere, pero se transforma».
«El Mercosur es sin duda alguna, el proceso de integración más sólido que la América del Sur ha desplegado. Una unión que ha evitado que se consoliden corrientes antagónicas entre nuestros intereses. Hemos logrado tener intereses permanentes y son esos intereses los que debemos preservar en favor de nuestros pueblos», ponderó el titular de la Casa Rosada.
Por eso, con el ministro Sergio Massa a tan sólo unos metros, agradeció el acompañamiento de los países socios en el marco de «una arquitectura financiera internacional muy injusta que preserva las desigualdades en lugar de socorrer a los pueblos», en clara referencia a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
Fernández también aprovechó su discurso para saludar especialmente a su par paraguayo, Mario Abdo Benítez, quien vive los últimos días de su Presidencia, y a Luiz Inácio Lula da Silva, a quién le traspasó la presidencia pro tempore del bloque: «No quiero ocultar ni el enorme cariño ni la profunda admiración que siento por él. Ha sido víctima de la persecución y de la injusticia, pero el pueblo de Brasil ha sabido reparar semejante daño dándole el liderazgo».
En la conferencia de prensa posterior, y acompañado por el canciller Santiago Cafiero, el Presidente sostuvo que «el mundo está cambiando ya partir de la pandemia, de las crisis que la pandemia generó y de la guerra desatada por la invasión rusa a Ucrania terminó cambiando el escenario geopolítico del mundo».
Fernández consignó que «en el año que culminó, más de 750 mil millones de dólares tuvimos de intercambio comercial desde el Mercosur con el resto del mundo».
Antes de las palabras del mandatario, Cafiero hizo un balance de la presidencia argentina del bloque y destacó el volumen alcanzado por el comercio intra-Mercosur.
«Contaremos con nuevas herramientas, como la certificación de origen por parte del exportador, que redundará en la simplificación y reducción de los tiempos administrativos, gracias a procedimientos más eficientes y ágiles de verificación y control de origen por parte de las autoridades aduaneras», explicó.
Respecto del acuerdo con la UE, el jefe del Palacio San Martín recordó que Argentina presentó un documento de respuesta y dos propuestas adicionales que «recibieron aportes y sugerencias de parte de Paraguay y Uruguay», mientras «quedaron pendientes de comentarios que se están elaborando por parte de Brasil».
En el ámbito regional, agregó: «Impulsamos la agenda de negociaciones con América Central, con el objetivo de fortalecer nuestra presencia comercial en dicha zona, especialmente con República Dominicana y El Salvador y esperamos próximamente hacerlo con Honduras, que ha expresado concreto interés en relacionarse con nuestro bloque».
Además de Cafiero y Massa, Fernández estuvo acompañado por la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el diputado Nacional, Eduardo Valdés; el legislador por la Ciudad de Buenos Aires, Juan Manuel Valdés, y el embajador de la República Argentina en Uruguay, Alberto Iribarne. (Por Lucas González Monte, enviado especial)