Murió un hombre baleado hace una semana en una ataque en el que resultó herida una nena de 8 años
Un hombre de 62 años que había sido herido hace una semana por personas que protagonizaron una balacera desde un auto, en el que también sufrió lesiones una niña de 8 años, murió esta tarde en la ciudad santafesina de Rosario, informaron fuentes judiciales.
El ataque armado que derivó en el crimen se produjo en una cuadra en la que se registraron 3 homicidios en agosto pasado, en una presunta disputa entre grupos por el control de la venta de drogas al menudeo.
La víctima fue identificada como Ramón Gudiño, de 62 años, quien la tarde del 30 de octubre pasado resultó herido de bala al quedar como blanco de un tiroteo en calle Cerrillos al 3900, en el barrio Vía Honda del sudoeste rosarino.
Aquella tarde también resultaron heridas otras tres personas, entre ellas una niña de 8 años que fue internada con una lesión en el cráneo en el Hospital de Niños “Víctor J. Vilela”, recordaron las fuentes.
Gudiño, por su parte, recibió impactos de bala en la zona del tórax y el cuello y fue internado esa misma tarde en el Hospital de Emergencias local.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó esta tarde su fallecimiento en el mismo centro de salud como consecuencia de las heridas que recibió hace 9 días.
De acuerdo a la investigación, en manos de la fiscal Marisol Fabbro, los disparos que hirieron a las cuatro personas que estaban en la calle la tarde del 30 de octubre partieron desde un automóvil que pasó por el lugar y abrió fuego contra los vecinos.
La policía científica secuestró de la escena de la balacera 13 vainas servidas que fueron enviadas a peritar, confiaron fuentes de la pesquisa.
En la misma calle del barrio Vía Honda se produjeron dos asesinatos en pocos días en agosto pasado.
Uno tuvo como víctima a una persona identificada como Alejandro Tourn, que según la investigación había ido a comprar estupefacientes a un búnker del lugar el 19 de agosto y fue atacado por un “matón” que custodiaba el punto de venta de drogas.
Al día siguiente fue asesinado a balazos en la misma calle un hombre de 57 años identificado como Miguel Leiva, por personas que se movían en un automóvil.
Según la investigación, los agresores dejaron un cartel que decía: “Peruano plantate, la mafia no perdona gil”, que los pesquisas decodificaron como parte de una disputa narcocriminal por el dominio de la zona.
El 9 de agosto se registró otro crimen, el de Jorge Alberto Bustos, de 20 años, asesinado de un disparo en la cabeza también en la zona de la canchita de fútbol ubicada en Cerrillos al 3900.
En ese ataque, también perpetrado desde un automóvil, resultaron heridos una mujer de 40 años y un chico de 14, recordaron voceros oficiales.