Un hombre que había sido baleado por su hijo hace 20 días murió ayer por la tarde.
La víctima había recibido cuatro disparos de arma de fuego tras una discusión con su hijo.
Un hombre de 64 años de la ciudad de Rosario que había sido herido de cuatro balazos el 2 de julio pasado por su hijo tras una discusión familiar, murió ayer por la tarde en un hospital público como consecuencia de las heridas tras permanecer 20 días internado, informaron fuentes judiciales.
La víctima fue identificada por los investigadores como Leonardo Comizo, quien residía en a la altura del 2600 del Pasaje 1229 de esta ciudad.
Comizo recibió al menos cuatro heridas de arma de fuego el 2 de julio pasado, cuando su hijo de 20 años se presentó en la vivienda con otra persona, aún no identificada en la investigación, y le gatilló varias veces, indicaron las fuentes. El hombre murió en el Hospital de Emergencias “Clemente Álvarez” tras permanecer 20 días internado.
De acuerdo a la investigación, a cargo del fiscal Patricio Saldutti, la agresión que derivó en homicidio se inició el 1 de julio pasado, en un contexto de violencia familiar.
A las 7 de la mañana de ese día, la víctima estaba en el interior de su habitación cuando el hijo, identificado por las siglas de su nombre como S.C., ingresó al cuarto y comenzó a insultarlo y a agredirlo físicamente.
Según la acusación, el joven amenazó de muerte a su padre y le tiró al piso pertenencias del hombre.
Al día siguiente, alrededor de las 18, ambos volvieron a discutir en el interior de la vivienda “por dos teléfonos celulares”, señalaron fuentes judiciales.
En esa ocasión, el joven le dio golpes de puño a su padre en el rostro y volvió a amenazarlo de muerte, para luego retirarse de la casa.
Según los investigadores, alrededor de las 21, S.C. regresó a la casa del padre en moto con otra persona y armado.
Tocó el timbre para que el padre salga y cuando lo hizo le disparó cinco veces, ocasionándole cuatro heridas de arma de fuego.
Comizo fue internado entonces en el HECA, donde falleció este mediodía.
Tras ser detenido, el joven de 20 años fue imputado el 8 de julio pasado por el fiscal Saldutti, quien lo acusó de los delitos de lesiones leves, amenazas simples, tentativa de homicidio calificado y agravado por el vínculo y portación ilegítima de la pistola 9 milímetros con la que le disparó a su progenitor.
El joven quedó detenido con prisión preventiva por dos años, y según informó hoy la Fiscalía Regional Rosario, tras la muerte del padre será imputado nuevamente para recalificar la acusación original.