Absuelven a la expareja del personal trainer asesinado Marcos Guenchul y condenan a otros dos acusados

Dos hombres fueron condenados tras un juicio oral a la pena de 20 años de prisión por haber asesinado al personal trainer Marcos Guenchul en julio del 2019 a la salida de un gimnasio en la ciudad de Rosario, mientras la exesposa de la víctima fue absuelta por el beneficio de la duda, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Maximiliano Rodrigo Panero, quien fue considerado el sicario que ejecutó a la víctima de un balazo en la cabeza la noche del 23 de julio de 2019, y de Caio Santiago Soso, acusado de haber sido el instigador del crimen.

Los jueces Facundo Becerra, Mariano Aliau y Carlos Leiva condenaron a ambos a la pena de 20 años de encierro por el delito de «homicidio agravado por el uso de armas», mientras que la exesposa de la víctima, Priscila Denoya, fue absuelta por el «beneficio de la duda» en un fallo dividido.

En los alegatos, los fiscales del caso Adrián Spelta y Gisela Paolicelli habían solicitado que se los condene a los tres a prisión perpetua.

El entrenador personal Marcos Guenchul, de 32 años, fue asesinado la noche del 23 de julio de 2019 en calle Mendoza al 4900, cuando caminaba hacia una parada de colectivos tras haber salido del gimnasio Progres Fitness, en el que trabajaba.

Según se ventiló en el juicio que terminó hoy, Soso -que era la actual pareja de la ex de Guenchul- y Panero llegaron hasta el lugar en el automóvil del primero y dieron un par de vueltas manzanas hasta que el entrenador salió del gimnasio.

Panero se bajó del auto y lo apuntó, para arrastrarlo unos metros por calle Sucre y dispararle, en lo que al comienzo de la investigación se interpretó como un posible homicidio en ocasión de robo.

Sin embargo, los pesquisas descubrieron que el automóvil de Soso acompañó la escena en movimiento, y que luego ambos fueron hasta el domicilio de Denoya, exesposa de Guenchul y por entonces pareja de Soso.

Este último fue detenido un tiempo después en el aeropuerto de Ezeiza cuando estaba abordar a un vuelo con destino al Líbano, recordaron fuentes del caso.

El automóvil empleado en el homicidio fue encontrado por la Policía en una cochera de los padres de Soso.

Según la propia declaración del ahora condenado, la intención no era matar al entrenador sino asustarlo para que dejara de molestar a su expareja, Denoya.

Mantenían una mala relación desde la separación y una disputa por el régimen de tenencia de la hija de ambos, entonces de 3 años, quien tras el asesinato del padre y la detención de la madre quedó bajo custodia de los abuelos paternos.

Para los fiscales, Denoya también actuó como instigadora del homicidio de su exmarido, aunque el tribunal entendió que eso no quedó probado durante el juicio oral.

Marcela, la madre del entrenador asesinado, consideró al fallo como “una injusticia” porque, dijo tras la lectura de la sentencia, “esperábamos lo que pidió la Fiscalía, perpetua para los tres”.

“Nunca esperábamos la absolución, estoy defrauda por la Justicia”, sostuvo la mujer en el Centro de Justicia Penal, a la vez que señaló que el crimen de su hijo fue “una triangulación preparada por los tres” acusados.

Por su parte, familiares de Denoya dijeron que “nosotros siempre supimos que era inocente”.

“Esto no es un festejo, le pido a la familia de la víctima, por quien siempre sentí respeto, que sepa que esto no es un festejo, porque nunca podría ser así”, dijo una pariente de Denoya, muy emocionada.

“Los acompañó en el dolor, pero siempre supimos de la inocencia de Priscila. Sabemos que su sufrimiento es válido, pero ella es inocente”, agregó dirigiéndose a los familiares de Guenchul.


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