El presidente Alberto Fernández inauguró el período 139 de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación.
Ante la asamblea legislativa, el presidente de la nación repasó durante casi dos horas, las decisiones tomadas para enfrentar la pandemia del covid 19 y anunció el envío de seis proyectos parlamentarios al congreso de la nación referidos a «desafíos estratégicos». Reafirmó su voluntad de «corregir errores» y destacó que «no va a haber un ajuste que recaiga sobre la espalda del pueblo argentino».
Frente a 90 legisladores nacionales, acompañado por parte de su gabinete y flanqueado por la Presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el Presidente de la Nación realizó su informe de gestión y dijo: «Quiero ser recordado como un argentino que un día fue elegido como Presidente y fue capaz de servir a su Pueblo sembrando la mejor de las semillas que un ser humano puede sembrar: la unidad de su Patria más allá de las diferencias, la unión nacional más allá de la pluralidad de miradas, la concordia del país más allá de las razonables críticas».
Ante una inusual Asamblea Legislativa, la primera realizada en una pandemia de salud, el Presidente destacó que en el 2020 a sólo diez días de su presentación en el Congreso de la Nación, la OMS declaraba el comienzo de una pandemia global. «Se inició una crisis en la que el mundo debió aprender sobre la marcha, una crisis sanitaria que en el caso argentino coincidía con una economía escuálida, había un sistema de salud quebrado que dejaba vencer vacunas».
Rescató que el año pasado «hemos tenido un logro inmenso: evitamos que se saturara el sistema sanitario». Luego de enumerar las principales medidas tomadas para enfrentar al coronavirus, el primer mandatario subrayó que merced a ellas «evitamos que 2.700.000 personas cayeran en la pobreza y que 4.600.000 cayeran en la incidencia».
Luego de señalar que «las vacunas están arriban a un ritmo menor que la pactado» y de que «el 10 por ciento de los países acapara el 90 por ciento de las vacunas», afirmó que «si se cometen errores, la voluntad de este Presidente es corregirlos. Aun cuando en lo personal me causaba mucho dolor, tome las decisiones que me correspondía. Ningún gobierno de la Tierra puede arrogarse el derecho de no cometer errores. Deseo ser claro, no llegue a la presidencia para ser sordo a las críticas bienintencionadas, como tampoco llegué para dejarme aturdir por críticas maliciosas que responden a intereses inconfesables de poderes concentrados que buscan sembrar la fractura profundizando las heridas».
Fernández señaló que «en el año 2018 la Argentina fue sometida a una gran crisis en la balanza de pagos y a una gran recesión. Por si fuera poco el gobierno gestionó el mayor préstamo de la historia del FMI». En ese punto dijo que «los 44 mil millones de dólares que se le pidieron al Fondo Monetario Internacional se esfumaron antes de que asumiéramos». Definió a esto como «la mayor defraudación y malversación de caudales públicos como nunca antes habíamos registrado». Por este motivo señaló: «He pedido que se inicie una querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y malversación de caudales que nuestra memoria recuerda». Recordó que la renegociación de la deuda permitió a la Argentina «ahorrar unos 12.500 millones de dólares».
El Presidente sostuvo que «la recuperación económica es más rápida de lo previsto» y que «la industria ya recuperó todos los trabajos que tenía antes de la pandemia».
Luego de enumerar los seis proyectos que enviará al Congreso de la Nación, le solicitó a los legisladores que las modificaciones al Impuesto a las Ganancias y la Reforma Judicial. Sobre el Impuesto a las Ganancias dijo que «la elevación del mínimo no imponible permitirá que 1.200.000 argentinos queden liberados» del gravamen.
Anunció que enviará un proyecto para «despolitizar el Consejo de la Magistratura» y que implementará «el funcionamiento del juicio por jurados tal como establece la Constitución de la Nación». Destacó que «el Poder Judicial está en crisis, parece ser el único que está en el borde del sistema democrático». En este punto, destacó que «hay fallos llamativos»; «condenas mediáticas instantáneas» y «femicidios que se consuman sin que muchos jueces y fiscales hagan nada para impedirlo».En otro momento de su presentación, subrayó que es necesaria «la normalización del Ministerio Público Fiscal».
Destacó el papel de la Educación sosteniendo que «sin salud no hay presente, sin educación no hay futuro». Recordó que durante el 2020 la inversión en infraestructura educativa creció en un «672 por ciento, en un 232 por ciento en formación docente, un 130 por ciento en educación técnica y un 133 por ciento en las becas progresar».
Planteó reformular la «Ley de Financiamiento Educativo» y una «nueva Ley de Educación Superior».
A lo largo de toda su presentación, el Presidente abogó por el «diálogo» y «el consenso dentro de las diferencias existentes». Así fue que finalizó su discurso de apertura de las sesiones ordinarias sosteniendo que «la Argentina tiene un horizonte. Trabajamos en la reconstrucción que podrá sentirse plenamente cuando hayamos controlado la pandemia. Nos permitirá generar empleo, incrementar paulatinamente el salario real, aumentar la producción, el crédito, las exportaciones. Y también nos permitirá recuperar y mejorar todas las dimensiones de nuestra vida social».
Concluyó que «de esta pandemia el mundo puede salir mejor. De este tiempo de pandemia podemos hacer renacer un tiempo de esperanza fértil para una Argentina mejor. Unidas y unidos vamos a seguir recorriendo ese camino»