Imputaron al fiscal Ponce Asahad y su empleado por pasar datos a cambio de coimas a un grupo criminal
El fiscal Gustavo Ponce Asahad fue imputado ayer con prisión preventiva por 90 días por los delitos de cohecho pasivo e incumplimiento de los deberes de funcionario público, por la filtración de datos de investigaciones reservadas a una banda delictiva ligada a «Los Monos» a cambio de pagos mensuales de entre cuatro y cinco mil dólares, informaron fuentes judiciales.
También fue imputado por esos delitos -aunque en calidad de partícipe en el presunto cohecho y quedó en libertad- un empleado de su fiscalía, Nelson Ugolini, mientras continúa la investigación sobre la participación del jefe del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Patricio Serjal, quien ayer renunció a su cargo.
Así lo resolvió esta noche la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Eleonora Verón, precisaron las fuentes.
«Fue un plan delictivo que tenía por objetivo sacarle plata» a un capitalista del juego clandestino, dijo Matías Edery, uno de los cuatro fiscales que integraron el equipo acusador.
El fiscal Ponce Asahad se negó a declarar durante la audiencia imputativa pero dijo que la situación lo «ha quebrado en lo emocional».
«Estoy totalmente devastado», expresó, al tiempo que aseguró ser «inocente» y que desconoce «qué intereses hay detrás de la acusación».
Los fiscales acusaron a su par de solicitarle pagos mensuales a un capitalista del juego clandestino, Leonardo Peiti, al menos desde diciembre de 2018.
Según la investigación, el primer contacto lo hizo Ponce Asahad con Peiti luego de enterarse que en una investigación por juego ilegal iban a realizar allanamientos a garitos administrados por él.
Por su parte, Peiti declaró, en calidad de imputado arrepentido, que el fiscal le pidió pagos de entre cuatro y cinco mil dólares mensuales para evitar ser acusado y tenerlo al tanto de investigaciones de otras fiscalías.
El empresario aportó su celular y capturas de pantalla de los intercambios que habría mantenido con el fiscal, además de otros dos testigos que también declararon en el mismo sentido.
Uno es su abogado, Luis Rossini, quien dio detalles de un encuentro con Ponce Asahad que los fiscales del equipo de la Agencia de Criminalidad Organizada corroboraron con cámaras de seguridad que los muestran a ambos en un estacionamiento la noche indicada por el letrado.
Otro testigo declaró que acompañó al menos en siete oportunidades a Peiti a «entregarle el sobre» a Ponce Asahad, en algunas ocasiones en la calle frente a su departamento del centro de Rosario, y otras en el Club Argentino-Árabe, al cual pertenece el fiscal.
Los fiscales también expusieron hoy los videos de cámaras de seguridad que corroboran un encuentro que Ponce Asahad mantuvo en Peiti en la calle, cerca del domicilio del primero.
El capitalista de juego dijo que en esa ocasión, al mediodía del 9 de julio pasado, el fiscal le reveló que había una investigación importante en su contra -lo cual era real y la llevaba adelante el Organismo de Investigaciones (OI)-, y que debía aportar 10 mil dólares.
Según los acusadores, el 16 y 17 de junio el fiscal regional Serjal y Ponce Asahad habían visitado el OI para interesarse por la causa contra Peiti.
Las cámaras de seguridad del 911 tomaron, ese mismo 9 de julio pero a las 18, el encuentro entre Ponce Asahad y Peiti en el Club Argentino-Árabe, donde se habría producido el pago.
Peiti también reveló dos encuentros con Serjal, uno en Rosario y otro en la ciudad de Buenos Aires, y aportó la factura del hotel del barrio porteño de Recoleta donde estuvo hospedado y se habría producido la reunión.
Además, los fiscales aportaron como prueba la declaración de la secretaria de Serjal, quien confirmó el viaje, y los tickets de peaje y carga de combustible en Buenos Aires que hizo el chofer y custodio del fiscal regional en el automóvil oficial el 14 de noviembre de 2019.
En tanto, Peiti fue imputado la semana pasada como parte de una banda que controlaba unas 30 salas de juego clandestino, ligada a un grupo liderado por Maximiliano «Cachete» Díaz, que realizaba extorsiones a comerciantes legales e ilegales para brindarles protección en nombre de Ariel Máximo «Guille» Cantero, el jefe preso de la narcobanda «Los Monos».
Díaz está detenido y acusado de organizar el ataque a tiros contra el casino City Center de Rosario el 11 de enero pasado en el que murió un apostador que fumaba un cigarrillo en un balcón.
A partir del secuestro de su celular, los investigadores descubrieron que un miembro de una fiscalía -presuntamente Ugolini- le pasaba datos a Peiti sobre causas judiciales, quien a la vez se los reenviaba a Díaz, el lugarteniente de «Los Monos». Telam