Jefe de la hinchada de Central desde hace 18 años y vinculado a negocios ilegales del fútbol
Andrés «Pillín» Bracamonte, el hombre detenido hoy en un country rosarino en una causa por lavado de activos, es jefe de la barrabrava de Rosario Central desde hace 18 años y se sospecha que comanda una serie de negocios ilegales vinculados al fútbol, entre ellos el cobro del estacionamiento los días de partido y el manejo de los «carritos» de choripán en los alrededores del estadio.
Hasta 2002, Bracamonte (48) era un ladero del entonces jefe de la barra brava de Rosario Central, Alberto «El Chapero» Bustos, pero una fuerte disputa interna por la conducción entre los «Chaperitos» y los «Pillines» terminó rápidamente con la victoria de estos últimos y con el encumbramiento de su líder a una posición que le permitió construir un enorme poder económico en los últimos 18 años.
Fuentes vinculadas a la institución «canalla» aseguraron que Bracamonte construyó su base de poder económico a partir de la reventa de entradas, muchas de ellas de protocolo (aquellas que entrega el club para invitar a distintas personalidades), al punto que en 2018 fue detenido en los alrededores de la cancha de Lanús en un partido que Central le ganó a Talleres por la Copa Argentina.
Además, la sospecha de los investigadores es que el hombre incursionó en todos estos años en un abanico de emprendimientos ilegales vinculados con el fútbol, desde el cobro del estacionamiento en unas diez cuadras hacia el sur, el oeste y el norte del Gigante de Arroyito, y de un canon a los choripaneros de las inmediaciones hasta manejar el presupuesto de los colectivos para los viajes de los hinchas cuando se disputa un partido de visitante.
También se cree que «Pillín» mantenía un vínculo con el empresario futbolístico Carlos «Chiquito» Silvetti, quien también está en la mira judicial y representa actualmente a los juveniles volantes «canallas» Joel López Pissano y Rodrigo Villagra.
Otra de las sospechas de los pesquisas es que Bracamonte tenía algún tipo de relación con la banda narco «Los Monos», a pesar de que nunca estuvo implicado en las causas en las que se investiga a sus integrantes.
Sin embargo, fue de público conocimiento que «Pillín» participó del velatorio de los restos de Claudio «Pájaro» Cantero, asesinado en 2013, y se lo vio durante más de seis horas parado junto al féretro.
En sus comienzos como jefe de la barra brava «canalla», «Pillín» también fue el dirigente que manejaba el Club Edison, más conocido como «La Carpita», de Junín e Iguazú, en el barrio Industrial, lindero al de Arroyito.
El origen del crecimiento económico exponencial de «Pillín» Bracamonte es la gran incógnita de los fiscales que lo investigan, uno de los cuales se preguntó: «El tema es saber cómo hizo el primer millón de dólares. El resto es otra cosa porque la mayoría son negocios legales». Telam