Se clausuraron 13 comercios y se remitieron 62 vehículos por incumplir con la cuarenta obligatoria en Rosario.

La Municipalidad reforzó las inspecciones y patrullajes, y brinda apoyo logístico y acompañamiento a Gendarmería y Policía provincial para garantizar la adhesión al decreto presidencial.

A fin de dar cumplimiento al decreto presidencial 297 que dispuso el aislamiento total y obligatorio, la Municipalidad de Rosario reforzó las acciones de prevención y control.

En este marco, desde el 20 de marzo se clausuraron 13 comercios y se remitieron al corralón 62 vehículos en apoyo logístico a Gendarmería y Policía provincial en el control de tránsito. Además, se realizaron inspecciones, patrullajes, ordenamientos y acompañamientos en distintos puntos de la ciudad. “El intendente Pablo Javkin ordenó la intensificación de las intervenciones de las áreas de control para garantizar una cuarentena total que permita hacerle frente al avance del coronavirus. Lo sabemos desde antes: respetar es cuidar. Y ahora más que nunca”, señaló el secretario de Gobierno, Gustavo Zignago.

Por su parte, la secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru, brindó precisiones sobre las acciones desarrolladas. «Hemos dispuesto a todos nuestros agentes para dar cumplimiento a la cuarentena, a través de la fiscalización, el ordenamiento y también estando cerca de los vecinos y sus requerimientos», sostuvo. Una de las tareas de la Secretaría de Control es controlar el acatamiento de no funcionamiento de todo comercio, industria o servicio, que no estuviese contemplado en el decreto como rubro exceptuado. En este sentido, se procedió clausurar 13 comercios a través de procedimientos encabezados por la Dirección General de Inspección, el área técnica de la Secretaría, la Guardia Urbana Municipal y Control Urbano.

El 20 de marzo pasado se cerró preventivamente un local de pagos y cobros ubicado en bulevar Rondeau e Irigoyen, y un cotillón de España al 900. Al día siguiente, se hizo lo mismo con una vinería de Urquiza y Moreno y otro cotillón de avenida Uriburu al 1500. El 22 de marzo se clausuró un lavadero de autos en avenida Pellegrini al 4700 y dos días después un local de venta de artículos para bebés en Moreno al 3100. En tanto, el 25 de marzo se cerró una papelera y cotillón en Juan José Paso al 6600, el 27 de marzo un bar de un minimercado de una estación de servicios en Sorrento y Casiano Casas, una bicicletería en Baigorria al 1700 y una casa de artículos del hogar y repuestos electrodomésticos en Mendoza al 4700.

Durante el sábado se efectuó una clausura preventiva en un comercio habilitado como bar americano sin elaboración, heladería y oficina receptora de envíos en avenida Pellegrini al 900 por la presencia en el local de 8 personas y de una fábrica que produce artículos de caucho. Cabe mencionar que antes del decreto nacional estuviera vigente, se clausuró un pool en Paraguay al 1000 en incumplimiento a la disposición municipal del 16 de marzo que establecía la inactividad de una serie de rubros comerciales.

Controles vehiculares

Desde el lunes 23 de marzo, agentes de la Dirección General de Tránsito realizan un apoyo logístico a Gendarmería y Policía provincial en el control vehicular en la ciudad. Hasta entonces, la totalidad de remisiones es de 62 autos y motos cuyos titulares no pudieron acreditar la certificación obligatoria para transitar, documentación con la que cuentan aquellas personas que realizan tareas consideradas como servicios esenciales de acuerdo al decreto presidencial.

En los controles desarrollados en distintos puntos de Rosario, como por ejemplo, Avenida Domingo Perón y Circunvalación, avenida Eva Perón y Nicaragua y avenida Provincias Unidas y avenida Pellegrini, se detuvo la marcha de las unidades que circulaban, se revisaron y se pidió a los conductores documentación y el certificado que acredite la excepción para poder transitar en la vía pública. Cabe mencionar que los vehículos fueron remitidos con grúas al corralón municipal y podrán ser retirados cuando concluya la cuarentena.

Supermercados

Además, la Secretaría de Control y Convivencia fiscaliza distintos establecimientos junto a la Subsecretaria de Fiscalización del Trabajo para garantizar el cierre de los que se encuentran fuera del marco normativo y en paralelo, controlar en aquellos exceptuados el respeto de las medidas de salud, higiene y seguridad. En este sentido, los inspectores municipales deben controlar si se mantienen las distancias entre persona y persona, si hay acceso a alcohol en gel y jabón al tiempo que efectúan un trabajo de promoción de la nueva normativa y sus alcances.

En este marco, se inspeccionaron los supermercados Carrefour de Necochea al 2500, Libertad de Bulevar Oroño y Batle y Ordoñez, Micropack de José María Rosas al 1800, y Arco Iris de Jorge Newery y J. C Paz. Durante las visitas no se detectaron faltas y se constató la presencia de elementos de higiene y seguridad reglamentarios.

Agentes en las calles para ordenar y acompañar

Desde que se decretó la cuarentena se ha fortalecido la presencia de agentes a través de patrullajes preventivos en toda la ciudad y acompañamientos de distinto tipo, ya sea en la distribución de vacunas antigripales a los efectores de salud, de mercadería y alimentos a Centros de Convivencia Barrial, o bien traslados de personas enfermas sin recursos para dirigirse a algún hospital.

Las acciones impulsadas también incluyen la presencia de agentes de la Dirección General de Tránsito para ordenar la circulación en ciertas zonas de la ciudad como el Mercado de Concentración de Fisherton o el Mercado de Productores.

Por último, se intervino en las concentraciones de personas en las afueras de los bancos. Se realizaron patrullajes y informó sobre los trámites bancarios y se instó a las personas a mantener distancia en la fila.


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