Patricia Saivich tradujo al Presidente en el Monumento
Tiene un taller de lenguaje de señas en la ciudad ad honorem.
Patricia Saivich es Traductora e intérprete de Lenguas de Seña y el pasado 27 de Febrero fue convocada por el Ministerio de Cultura de la Provincia para estar presente en el acto que se llevaría a cabo en el Monumento Nacional a la Bandera, con la presencia del Presidente Alberto Fernández, celebrando los 208 años del primer enarbolamiento de la bandera argentina realizado por el General Manuel Belgrano.
Patricia es oriunda de Villa Gobernador Gálvez, comenzó su labor en talleres extracurriculares en la escuela Cooperación de la ciudad y después le sugirieron llevar adelante talleres de lenguas de seña en la Parroquia San Enrique frente a la Plaza San Martín, tarea que ha realizado ad honorem durante años con muchos frutos.
Comenzó con un grupo chiquito y llego a tener más de 100 alumnos de todas las edades. De ahí surgió la idea de un Coro de Lenguas de Seña, que se ha presentado en distintos actos públicos, patrios y de instituciones también de manera gratuita. Es de destacar que siempre el Coro ha tenido una predisposición especial para preparar temas a pedido con lo que conlleva cumplir esta tarea, con ensayos, responsabilidad y una actitud de servicio, que Patricia siempre sabe inculcar a sus alumnos. En lo que es el Lenguaje de Señas, Patricia también ha realizado charlas en establecimientos escolares a alumnos, padres y docentes. El año pasado fue distinguida por Rotary Club y una radio local como mujer destacada por su labor en la comunidad.
Este año arrancó con este desafío que sorprendió a Patricia con un llamado el miércoles pasado. “El miércoles a la tarde recibo un llamado del Ministerio de Cultura de la provincia, que necesitaban una traductora de lenguajes de señas para el acto en el Monumento, que yo no sabía que era para el Presidente. Cuando me dicen que es para el discurso del Presidente, pensé que era una broma, no lo podía creer. A lo que me dijo que tenia muy buenas referencias de mí y de mi taller, y por eso me habían convocado para esta tarea. Mi primera respuesta fue no, porque no estaba segura. Tomo conciencia y lo llamo a los pocos minutos para darle una respuesta positiva”. A Patricia aún le dura la euforia de la convocatoria y más aún de la labor realizada ante tanto público en un acto que marco su vida.
“Hacer el discurso final del Presidente, representando mi ciudad y mi taller, y que me vean en una pantalla gigante, es un sueño cumplido” afirmó emocionada en su relato. Patricia se llevó puesta la remera que identifica al Taller y que la Municipalidad les compró el año pasado, gesto que demuestra lo identificada que está con su tarea en nuestra comunidad. Cuando realizamos con excelencia nuestro trabajo, sin esperar nada a cambio, siempre llega la recompensa.
