Realidad virtual aplicada a la rehabilitación, una herramienta con resultados «demostrados»
«Está demostrando que, como herramienta, la RV tiene resultados positivos en la rehabilitación de trastornos motores y cognitivos», dijo a Télam Marcos Crespo, jefe de ingeniería en rehabilitación del Instituto Fleni.
Hacer compras en un supermercado, resolver consignas en una clase o nadar en una pileta son algunas de las actividades que los pacientes con afecciones cognitivas o motrices pueden realizar a través de realidad virtual (RV), ya que tienen «resultados positivos demostrados» en su rehabilitación, explicaron a Télam médicos e informáticos.
Y agregó que, como «complemento de la terapia convencional», la RV puede usarse en «la rehabilitación posterior a un accidente cerebro-vascular (ACV), traumatismos de cráneo, lesiones medulares, niños con encefalopatía crónica no evolutiva y otras condiciones, como las del espectro autista y trastornos del aprendizaje»
Un ejemplo del uso de RV en la terapia de trastornos motrices son los «sistemas robotizados de suspensión» o equipos de «tyromotion», que a través de arneses permiten a los pacientes sin movilidad en los brazos o piernas «trabajar en contra de la gravedad», comentó Crespo, experto en bioingeniería.
«En un entorno virtual se proponen ejercicios que pueden ir desde algunos muy simples, como agarrar objetos sobre una mesa y trasladarlos, hasta, por ejemplo, realizar brazadas de natación en una pileta», comentó el especialista.
Los «sistemas inmersivos» de la RV también pueden proponer actividades como ordenar un placard, hacer compras en un supermercado o recorrer un espacio para encontrar determinados objetos.
Para niños con déficit atencionales hay una herramienta que permite evaluarlos: un aula en tres dimensiones generada por computadora.
«A través de una máscara de RV se les propone un aula donde ellos están sentados, tienen un profesor que camina por los bancos, compañeros al lado y se les dan actividades que son un test para evaluar estos déficit», contó Crespo.
Y agregó: «Mientras el paciente interactúa con el entorno y contesta las actividades, se le plantean distractores como un compañero que habla, el profesor que pregunta algo o una bocina de un auto que suena fuera del aula».
Aunque es un complemento y no una terapia en sí, la RV ofrece algunas ventajas respecto a los tratamientos convencionales.
Por un lado, al ser una herramienta novedosa, resulta más atractiva para los pacientes, lo que impacta en la motivación y el compromiso con que hacen los ejercicios, que muchas veces deben practicarse todos los días.
«El trabajo en rehabilitación de patologías neurológicas puede resultar repetitivo e intenso, y cambiar al paciente de escenarios y propuestas es un desafío constante. La RV propone entornos modernos y divertidos, de competencia individual y grupal, interacción social, con objetivos definidos y realimentación constante con estímulos sensoriales de todo tipo», dijo Crespo.
Otra ventaja de la RV es que genera «entornos más seguros donde el paciente puede hacer actividades para las que aún no está preparado en el mundo real, como cruzar la calle», agregó.
En este sentido, Guillermo Rodríguez, cofundador de Motmi -una de las plataformas de RV destinada a la rehabilitación- comentó a Télam que la motivación de los pacientes puede favorecerse, por ejemplo, a través de «actividades lúdicas».
«Hay muchos juegos. Algunos clásicos donde se debe controlar un auto con movimientos de cadera u otro donde un muñequito tiene que recolectar gemas en un laberinto», comentó.
Rodríguez también explicó que las actividades y los ejercicios físicos de la plataforma se adaptan a las «limitaciones de cada paciente», con trabajos que se hacen de pie o sentado, o esforzando más algunas partes del cuerpo sin exigir otras.
Durante y después de cada sesión de rehabilitación, los médicos reciben, desde los programas de RV, información sobre el progreso de sus pacientes a través de fotos, videos y otros registros de movimiento, lo que hace a esta herramienta atractiva también para los profesionales de la salud.
Fuente: Telam