Ambas Cámaras repudiaron el “Golpe de Estado en Bolivia”

Tanto el Senado como la Cámara de Disputados aprobaron proyectos de Declaración para repudiar el «golpe de Estado» acontecido en Bolivia.

La Cámara de Diputados de la Nación aprobó una declaración sobre la crisis institucional que vive el pasí vecino Bolivia, la que fue aprobada en una votación a mano alzada. El texto expresa un “profundo repudio al golpe de estado” EN EL PAÍS VECINO.

En la Cámara de Diputados

En una sesión especial que se prolongó por más de cinco horas, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó una declaración sobre la situación en Bolivia.
En el temario hubo tres textos presentados por distintas fuerzas políticas, con diversas lecturas sobre la crisis en el país vecino. A la hora de la votación, el titular del interbloque Cambiemos, Mario Negri, pidió votar por separado cada una de las iniciativas. El planteo no fue acompañado por la oposición y, finalmente, el texto impulsado desde el Frente para la Victoria fue aprobado a mano alzada. La declaración enfatiza un “profundo repudio al golpe de Estado perpetrado del 10 de noviembre de 2019 en el Estado Plurinacional de Bolivia, que obligó a su presidente, Juan Evo Morales Ayma, y a otros funcionarios de su gabinete a renunciar a su mandato”.

Al mismo tiempo, convoca “a todo el arco político de la región a exigir el cese inmediato de la persecución y violación de derechos humanos de funcionarios, dirigentes políticos, sociales, sindicales, feministas y de la población en general”.

En tanto, el segundo texto debatido en el recinto fue promovido por el interbloque Cambiemos. La iniciativa ratifica “el compromiso con la Cláusula Democrática de la OEA y el Protocolo de Ushuaia del Mercosur” y repudia “los ataques contra el sistema democrático sufridos por el Estado Plurinacional de Bolivia, las condenables intervenciones policiales y militares en el proceso político, como así también las gravísimas alteraciones a la voluntad popular que desembocaron en el anuncio de una nueva convocatoria a elecciones presidenciales”.

Además hubo un tercer texto, presentado por el bloque Evolución, que “expresa el repudio ante el golpe de Estado perpetrado en el Estado Plurinacional de Bolivia” y también “expresa su repudio ante los actos de violencia perpetrados por agentes de las fuerzas policiales, las fuerzas armadas y por los sectores que respaldan al gobierno saliente y, en especial, ante la radicalización y manifestaciones de racismo y discriminación expresadas por los sectores de derecha”.

A la hora de los discursos, el primero en tomar la palabra fue el diputado Felipe Solá, del FPV-PJ, quien consideró que “no hay ninguna duda de que en Bolivia hubo un golpe de Estado; no tiene sentido discutir técnicamente de qué se trata un golpe de Estado, esto no es una academia, este es el lugar de representación del pueblo”.

“Está claro que se quebró el Estado de derecho. El presidente Evo Morales convocó nuevamente a elecciones, corrigiendo errores previos. Pero los errores políticos se pagan en las urnas, no en los estrados de la OEA”, dijo Solá. “Es muy importante que el Parlamento se exprese sobre la situación en Bolivia, pongamos por delante la Constitución y las leyes”, agregó.

El diputado Facundo Suárez Lastra, de la UCR, expresó “su empatía y solidaridad por el pueblo hermano de Bolivia en estos momentos de zozobra y angustia”. “Me resisto a la discusión semiótica, si le queremos llamar golpe, llamémosle golpe. Pero, así como es un golpe, también llamemos a las cosas por su nombre: hablan de errores prácticos en los comicios, eso se llama fraude y es un robo a la soberanía del pueblo”, advirtió.

“Debemos convocar a los representantes legítimos del pueblo en la Asamblea Legislativa a que llamen a un proceso electoral limpio”, añadió Suárez Lastra.

El diputado Guillermo Carmona, del FPV-PJ, manifestó que “cuando la voluntad del pueblo queda subordinada al tutelaje de los militares, se acaba la democracia, que es lo que está sucediendo en Bolivia”.

Desde el bloque Justicialista, la diputada Carolina Moisés dijo que “no puede haber ´peros´ para condenar un golpe de Estado; esto es un golpe y es algo que lamentablemente hemos vivido muchas veces en la historia latinoamericana”. Asimismo, criticó al Poder Ejecutivo por su reacción frente a la crisis en Bolivia: “Me sentí avergonzada de que Argentina no haya estado a la altura de las democracias del continente y de nuestra historia”.

Asimismo, la diputada Araceli Ferreyra, del Movimiento Evita, declaró que “no se puede ser tibio ni complaciente, cuando condenamos lo que pasa en Bolivia, actuamos en defensa de las democracias de nuestro continente”.

Posteriormente, la diputada Cornelia Schmidt Liermann, del PRO, consideró que “es importante que vuelva a haber elecciones libres y transparentes y que respeten el voto popular”, aunque sostuvo que “lamentablemente hay algunos líderes en la región que buscan anteponer su afán personalista de perdurar por sobre la democracia”.

La diputada Graciela Camaño, de Consenso Federal, cuestionó: “¿Quiénes somos nosotros para establecerle una hoja de ruta al Estado Plurinacional de Bolivia? ¿Estamos viendo lo que pasa en nuestra propia Casa?”. “Debemos tener objetividad a la hora de tomar una posición clara respecto a lo que sucedió en Bolivia”, aclaró.

Desde el bloque Evolución, la diputada Carla Carrizo confesó que le “frustra no haber consensuado una comunicación institucional desde el Congreso” sobre la situación en Bolivia. “Hemos presentado un proyecto propio porque no queremos avalar una polarización, no queremos comunicar verdades a media”, dijo Carrizo. “Esto es un golpe de Estado. Tenemos que nombrarlo, no hace falta con decir que hay una interrupción institucional”, añadió.

El diputado Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, dijo que “está claro que hay un golpe cívico y militar, queremos plantear nuestro rechazo al golpe de Estado y es importante que haya un pronunciamiento aquí”.

El diputado Agustín Rossi, titular del interbloque FPV-PJ, calificó como un “hecho trágico” lo acontecido en el país andino y pidió que “quede asentado que, del espíritu que surge de todos los diputados, lo que pasó en Bolivia fue un golpe de Estado”. “No queremos volver a vivir situaciones que interrumpan el sistema democrático en ningún lugar de América Latina”, manifestó Rossi.

Por último, el diputado Mario Negri, presidente del interbloque Cambiemos, llamó “a analizar el proceso que viene viviendo la región”. “Por supuesto que condenamos absolutamente lo que pasó en Bolivia, no es posible que ningún general se pare delante de un presidente y le diga si se va o si se queda”, añadió. “Tenemos que ver la película completa. Para nosotros hay tres requisitos indispensables: soberanía popular, institucionalidad plena y elecciones libres, sin trampa y sin fraude, eso también deslegitima la democracia”, cerró el titular del interbloque oficialista.

En el Senado

La Cámara de Senadores de la Nación aprobó un proyecto de declaración en el que repudió «el golpe de Estado perpetrado en Bolivia» que forzó la renuncia del presidente constitucional Evo Morales, luego de un extenso debate que estuvo a punto de fracasar por la falta de acuerdo entre las bancadas del Justicialismo y Juntos por el Cambio.

Foto: JUAN CARLOS CARDENAS / Comunicación Senado.

La iniciativa presentada por el peronismo fue aprobada con 29 votos a favor y ocho en contra, mientras hubo cuatro abstenciones.

La votación debió suspenderse durante unos minutos porque, ante la falta de acuerdo para unificar posiciones, el oficialismo decidió abstenerse en masa para no votar en contra.

Sin embargo, esa postura conspiraba contra la continuidad de la sesión, ya que las abstenciones no cuentan para el quórum.

Por ello, a las senadores radicales Silvia Giacoppo y Silvia Elías de Pérez se les sugirió que votaran en contra para mantener viva la reunión.

«Giacoppo y Elías de Pérez votarán en contra y políticamente constará como que se abstuvieron por orden de la Presidencia», bromeó el presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo (PRO).

El documento aprobado por el Senado expresó «su más enérgico repudio al golpe de Estado perpetrado» en Bolivia «contra el gobierno democráticamente electo del presidente Juan Evo Morales Ayma».

«Como argentinos de profunda tradición de paz y de respeto a la voluntad popular, instamos al Poder Ejecutivo a pronunciarse contra de este golpe cívico-militar que ha interrumpido el orden democrático y constitucional», señaló la declaración.

En cambio, el oficialismo había presentado un proyecto para «repudiar los ataques contra el sistema democrático, sufridos por el Estado Plurinacional de Bolivia, las condenables intervenciones Policiales y Militares en el proceso político, como así también las groseras alteraciones a la voluntad popular que desembocaron en una nueva convocatoria a elecciones Presidenciales».

Además, rechazaba «cualquier golpe contra la Democracia y todo tipo de violencia, apoyando las autoridades constitucionales y la alternancia democrática».

El debate duró cuatro horas y tuvo algunos momentos álgidos en los que el peronismo cuestionó fuertemente la política exterior del gobierno de Mauricio Macri.

El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Marcelo Fuentes, calificó como «una estupidez no entender cuál es el interés nacional que está en juego» y pronosticó que «este proceso recién empezó».

«Son los Balcanes en nuestra frontera. Nuestro interés nacional es una Bolivia pacífica, unificada territorialmente», aseguró el neuquino.

El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, dijo que en el país del altiplano se está «ante un quiebre institucional: hay un mandato inconcluso, no se cumple con la manda constitucional de renuncia y aceptación y la renuncia del presidente viene de la mano de un planteo concreto de las Fuerzas Armadas».

En ese sentido, agregó que «esto es un golpe democrático: es un golpe y hay que decirlo con todas las letras».

«Así como se repudia el golpe democrático, no quita que nosotros claramente rechacemos el proceso fraudulento y la no convalidación del pueblo que mayoritariamente se expresó en aquel referéndum que rechazó una nueva reelección de Morales», recordó Naidenoff.

Como contraparte, el formoseño rescató «el proceso democrático que se dio en la Argentina, con una elección en paz, con un resultado electoral contundente y con el reconocimiento del resultado electoral a las pocas horas por parte del presidente Mauricio Macri».

En tanto, el presidente del bloque justicialista, Carlos Caserio, cuestionó el proyecto de declaración que pretendía aprobar el oficialismo.

«No es serio aceptar un golpe de Estado porque hay una denuncia de fraude. A Evo lo echaron, lo amenazaron, lo coaccionaron. Lo que hizo fue preservar su vida, la de su familia y la de sus adeptos. Hay que hablar claro», afirmó el senador cordobés.

Además, consideró que «la actitud de los militares bolivianos fue de sedición» y que no debía «discutirse el proceso electoral» que fue considerado como fraudulento por el presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro.

«Lo que discutimos es que un presidente electo tuvo que dejar el mandato porque los militares le pidieron que se vaya», sentenció

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