Piden prisión perpetua para el acusado de asesinar al taxista Vicente Del Grecco
Un juez aceptó la grave acusación de homicidio criminis causa contra Lucas R., de 26 años. El hecho ocurrió en mayo de 2016 en Villa G. Gálvez.
La Fiscalía solicitó la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio criminis causa (para ocultar o facilitar otro hecho) para un joven acusado de asesinar a puñaladas al taxista Vicente Del Grecco, de 68 años, atacado en medio de un robo el 14 de mayo de 2016 en inmediaciones del cementerio de Villa Gobernador Gálvez. Los rastros de sangre de la víctima en una prenda de vestir que fue secuestrada en poder del imputado y testigos de identidad reservada aparecen como las pruebas más sólida del trágico atraco. Al borde del plazo legal, se prorrogó por un año la prisión preventiva extraordinaria del imputado, pero se instó a la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) para que acelere el juicio en seis meses.
Según recordó ayer el fiscal de la Unidad de Homicidios Adrián Spelta, Lucas Ezequiel R.R., de 26 años, está detenido hace dos años imputado y acusado del crimen del taxista Del Grecco. Según la hipótesis oficial, el joven lo abordó a las 20.33 del 14 de mayo de 2016 en la zona de San Martín y Arijón, y tras hacerse pasar como pasajero le solicitó que lo lleve hasta Temporelli y Pasaje Público, en Villa Gobernador Gálvez.
En ese lugar el joven descendió y mostró sus verdaderas intenciones tras exhibirle una cuchilla a Del Grecco, y mientras lo despojaba de la billetera con la recaudación le asestó al menos cuatro puntazos con un cuchillo y escapó corriendo. Uno de los cuchillazos atravesó la tetilla derecha y el otro perforó el tórax del chofer, que fue trasladado malherido al Hospital Gamen donde alcanzó a balbucear que le habían robado y aportó una descripción del agresor. Por la gravedad de las heridas, fue derivado al Hospital de Emergencias (Heca), donde finalmente falleció el domingo 15 de mayo.
En un audiencia preliminar al juicio, desarrollada ayer en el Centro de Justicia Penal con la presencia del imputado y su defensora Daniel Asinari (Servicio Público de la Defensa Penal), el fiscal describió el hecho y repasó las prueba de cargo.
Hecho y pruebas
Recordó que al momento de ser detenido en una vivienda ubicada a sólo 200 metros de la escena del crimen, a Lucas R.R. se le secuestró una campera manchada con sangre y dos cuchillos.
Además expuso el relato de dos testigos de identidad reservada que circulaban en bicicleta por la zona al momento del robo, quienes alertaron a un móvil policial que llegó para auxiliar al taxista, y luego identificaron y describieron al acusado.
Ese aporte fue clave hilvanado con el resto de la prueba. Uno de ellos indicó: «Vimos que había un taxi y un chico parado en la puerta del acompañante. Tenía algo en la mano y parecía que le pegaba al taxista, lo hizo varias veces. Tenía pantalón de jeans, buzo o campera, y una gorra blanca. Era joven, delgado y de tez trigueña».
Luego ese relato fue ampliado en sede judicial, y se sumaron datos más precisos. Indicó que el homicida «era Lucas, que es un vecino. Vive en el barrio, atrás del cementerio privado. Mi pareja (lo acompañaba en ese momento) me dijo que él pensaba lo mismo, que había sido Lucas. Lo identificamos por la voz cuando le decía (al taxista) «dame ésto, dame lo otro». Era él. Siempre andaba agresivo, drogado» (ver aparte).
Sangre y cuchillos
El fiscal confirmó que la muestra de sangre colectada de la campera de acetato negro secuestrada al acusado tenía rastros de su perfil genético y de la víctima. Además, mencionó el secuestro de una cuchilla de 16 centímetros de hoja en poder de Lucas.
Otro elemento que vinculó Spelta fueron las imágenes de una cámara de seguridad ubicada sobre una panadería de calle San Martín y Arijón donde quedó registro del momento en que asciende el falso pasajero, lo cual se complementa con el recorrido que arrojó el GPS de la unidad.
Con los croquis, la ampliación de la autopsia donde se confirma que las heridas son compatibles con un arma blanca y la causa de muerte por lesiones en pulmón y tórax, el fiscal presentó el caso con vistas al juicio, encuadro la conducta de Lucas como homicidio calificado criminis causa en calidad de autor y solicitó que se lo condene, luego del debate, a la pena de prisión perpetua.
La defensora Asinari no cuestionó el encuadre legal y el fiscal solicitó la prórroga de la prisión preventiva hasta la finalización de la audiencia de debate. Pero la abogada se opuso a ese requerimiento debido a que ya operó el límite del plazo de encierro cautelar el 28 de mayo pasado.
«La causa no tuvo movimiento durante 2017 y la acusación recién se presentó en marzo de 2018. Esta defensa no obstaculizó ni demoró el proceso. Recién ahora es la audiencia preliminar y no sabemos cuándo llegara a juicio. Mi defendido siempre estuvo dispuesto a cooperar y se puso a disposición para las pruebas de ADN», remarcó Asinari, y destacó que «por fin durante el juicio podrá probar su inocencia».
Finalmente el juez José Luis Suárez rechazó la pretención de la defensa de morigerar el encierro del acusado, admitió la acusación fiscal y prorrogó la prisión preventiva hasta la finalización del debate. No obstante, ordenó oficiar a la OGJ para que fije el inicio del debate en un plazo que no exceda los seis meses.
Fuente: La Capital