Seis años y ocho meses para Ariel Máximo “Guille” Cantero

El jefe de «Los Monos» recibe su sexta condena, por amenazas a un juez.

El jefe de la narcobanda rosarina «Los Monos», Ariel Máximo «Guille» Cantero, fue condenado hoy a la pena de seis años y ocho meses de prisión tras un juicio oral al que llegó por coacción agravada a un juez, a quien le envió amenazas telefónicas por negarle un traslado, y se trata de la sexta sentencia que recibe por distintos delitos.

Un tribunal unipersonal integrado por el juez penal Pablo Pinto condenó a Cantero a seis años y ocho meses de reclusión efectiva al encontrarlo autor del delito de «coacción agravada a un miembro de los poderes públicos» y lo declaró reincidente.

Luego de una década sin interferencias judiciales en el accionar de la banda criminal más importante de los últimos tiempos en Rosario, Cantero recibió seis condenas entre abril de 2018 y hoy por los delitos de asociación ilícita, homicidio, narcotráfico, secuestro extorsivos y amenaza.

El fiscal de la causa por la que fue sentenciado esta tarde, Fernando Dalmau, había pedido una pena de 7 años y 6 meses de prisión a «Guille» Cantero, que está detenido desde junio de 2013 cuando se entregó a la Policía en una investigación por homicidio y asociación ilícita.

Dalmau acusó al jefe de «Los Monos» de amenazar al juez de Ejecución Edgardo Mario Fertitta el 19 de agosto de 2016, cuando estaba detenido en el pabellón 8 Sector «B» de la cárcel de Rawson, en la provincia de Chubut.

La investigación determinó que Cantero utilizó ese día a las 12.28 el teléfono público de la prisión para comunicarse con el juzgado de Fertitta, quien tres días antes le había negado el traslado solicitado por su defensa a una cárcel de Santa Fe.

La llamada fue recibida por una empleada del juzgado, que le comunicó que el juez no se encontraba en su despacho en ese momento, según se ventiló en el juicio.

A las 12.40 «Guille» volvió a llamar y ante igual respuesta de la empleada dejó un mensaje intimidatorio: «Decile que se meta el traslado ya sabe dónde y que lo voy a matar».

Para el fiscal, se trató de «un mensaje intimidatorio con amenazas de muerte, exponiendo ocasionar un mal grave y futuro siendo en este caso un daño físico a la persona de dicho magistrado víctima de la amenaza».

A través de esa llamada «alarmó y amedrentó ante la posibilidad de su concertación, atento a que el mal amenazado era la propia vida» del juez, acusó Dalmau.

El magistrado Pinto dio por probada la coacción y sumó una nueva sentencia a Cantero.

«Guille» o «Tarta», como lo llaman por una tartamudez que lo acompaña desde la niñez, fue uno de los líderes de la organización criminal «Los Monos», nacida en el sur de Rosario, y tuvo su primera condena en el 2014 a dos años de prisión por la tenencia de arma de guerra.

Si bien el principal delito que dio fama y dinero a la violenta banda fue el narcotráfico, recién en diciembre de 2015 la Justicia Federal local procesó a «Guille» Cantero y sus lugartenientes por comercio de estupefacientes.

El declive de la familia asentada en el barrio La Granada de Rosario en el mundo criminal se inició en mayo de 2013 cuando fue asesinado su anterior jefe, Claudio «Pájaro» Cantero (27), hermano biológico de «Guille» y de crianza de Ramón Ezequiel Machuca, alias «Monchi Cantero», otro de los cerebros de la organización.

La venganza desatada por ese asesinato provocó varias muertes en los días siguientes y expuso al clan a la luz pública y a la mirada del Poder Judicial, que inició una investigación sobre la familia por asociación ilícita.

En abril de 2018 la Justicia ordinaria santafesina condenó por segunda vez a «Guille», en esta oportunidad a 22 años de cárcel como organizador de una banda criminal y por un homicidio relacionado con el asesinato de su hermano.

Luego, «Guille» Cantero acumuló otras cuatro condenas: el 6 de diciembre de ese mismo año fue penado a 15 años de reclusión por tráfico de estupefacientes y en octubre de 2019 a 10 años por un secuestro extorsivo ordenado mientras estaba detenido.

En diciembre del año pasado recibió su cuarta sentencia, esta vez a 7 años de cárcel, en otra causa por comercio de estupefacientes, y la última fue la de hoy, por amenazas a un juez.

A la vez, está imputado en la Justicia ordinaria como instigador de al menos siete casos de balaceras a edificios del Poder Judicial y domicilios particulares de magistrados santafesinos. Telam


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