Impacto emocional, físico y psicológico que produce el confinamiento en niños

Las personas somos seres rutinarios y sociales que valoramos la previsibilidad. La pandemia en poco tiempo alteró todo esto.

Es importante considerar que los períodos largos de aislamiento pueden llegar a generar efectos o consecuencias tanto en la salud mental, emocional y física de los niños/adolescentes, como en la de los adultos.

Las personas somos seres rutinarios y sociales que valoramos la previsibilidad. La pandemia en poco tiempo alteró todo esto.

Las situaciones de cambio implican desarrollar mecanismos flexibles y adaptativos con la posibilidad de afrontarlos positivamente. A pesar de que los niños tienen la capacidad de adaptarse ante nuevas circunstancias, no debemos subestimar el impacto que puede ocasionar el estrés en los primeros años de vida.

Si bien hay que evaluar cada caso en particular, en general podemos llegar a observar trastornos del sueño y de la alimentación, somatizaciones, regresiones a etapas previas del desarrollo, tristeza, irritabilidad, mayor ansiedad, sensibilidad o conductas disruptivas, en niños cuyo funcionamiento previo era adecuado.

En primera instancia, debemos brindar a los referentes familiares más cercanos, estrategias y herramientas para manejar la incertidumbre, ansiedad o el miedo. El confinamiento puede resultar más complejo en niños o adolescentes con patologías preexistentes.

Sin embargo, las situaciones de crisis pueden convertirse en una oportunidad para fortalecer los vínculos familiares. Con el objetivo de disminuir el estrés y los efectos asociados, se sugirieren algunas recomendaciones generales para sobrellevar la cuarentena:

– ¡Establecer una rutina, no estamos de vacaciones! Dividir el día para cumplimentar las tareas escolares, con intervalos de recreos y actividades recreativas individuales y/o grupales;

– Mantener los horarios de sueño;

– Transmitir adecuadas pautas de higiene, alimentación e hidratación;

– Para los niños más pequeños, los gráficos o dibujos pueden ayudarlos a visualizar el día, desarrollando una «agenda» de actividades con responsabilidades para cada integrante;

– No sobre exigirlos con tareas. Los niños requieren espacios de juego y diversión que promuevan emociones positivas;

– Enmarcar el uso de la tecnología en un espacio determinado. Utilizar estas herramientas para sostener los vínculos afectivos con familiares y amigos, creando recuerdos, a través de fotos o videos que narren experiencias;

– Aprovechar este período para fortalecer o descubrir las potencialidades de sus hijos;

– Proporcionar tiempo independiente, para el juego, actividades creativas;

– Brindar información en un lenguaje adecuado a la edad y nivel de comprensión.

Finalmente resulta indispensable generar y sostener un marco de cooperación y articulación social entre todas las partes involucradas. Por lo que, el cuidado de la salud mental se vuelve un factor fundamental, en función de fortalecer conductas adecuadas de auto cuidado y cuidado de los demás.

Fuente: Telam – Por Gabriela S. Venditti, psicóloga (MN: 23953-MP: 92352), coordinadora del Servicio de Psicología del Centro de Rehabilitación Infantil-Fleni Escobar.

Fuente: Telam


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