Imputada de instigar un crimen está ligada a un clan de narcos

Se trata de Érica F., buscada por ordenar la muerte de Ramón Espíndola en 2016. En los allanamientos quedó al descubierto una banda que vendía drogas.

Una mujer que se entregó el lunes en Fiscalía fue imputada ayer como instigadora del crimen de Ramón Isidro Espíndola, baleado desde una moto hace dos años frente a su casa de Villa Gobernador Gálvez. El ataque se originó en una discusión por cuestiones de pareja pero tiene ribetes narco. Según la acusación, Érica Florencia F. se trenzó a golpes de puño con una hija de la víctima y a continuación le ordenó a un soldadito que baleara la casa de Liniers al 1800. A los dos minutos el tirador pasó como acompañante en una moto y uno de los ocho balazos que efectuó alcanzó en el pecho a Espíndola.

El contexto de tráfico de drogas del que hablaron entonces los testigos fue constatado la semana pasada, cuando en una serie de allanamientos se secuestró cerca de un millón de pesos y ocho integrantes de una banda narco fueron detenidos en localidades de Las Parejas, La Carolina y Villa Gobernador Gálvez. En atención a ese entorno y a indicios «serios, plausibles y graves», el juez Pablo Pinto dispuso que la mujer acusada de instigación permanezca en prisión preventiva por el plazo de ley y rechazó un pedido de arresto domiciliario basado en que es madre de un nene de 2 años.

La pelea

La tarde del 16 de mayo de 2016 se festejaba el cumpleaños de un nene en la casa de Espíndola, en Liniers 1845. De acuerdo con la reconstrucción del hecho realizada por la Fiscalía, a las 14.10 de ese día irrumpieron dos mujeres e interceptaron a una hija del dueño de casa cuando salía en una camioneta. Esas mujeres, según el fiscal, eran Érica F. y su hermana. Las dos increparon a la hija de la víctima, a quien acusaron de salir con el esposo de la hermana de Érica. «¿Qué te tenés que meter con el marido de ella? ¿No sabés quiénes somos nosotros?», le dijo la acusada.

Mientras eso ocurría, desde la esquina observaba la discusión un joven parado ante una moto negra al que los testigos identificaron como Carlos Fabián Franchini. Le dicen «Flaco» o «Bubu» y está preso a la espera de juicio como el autor material de los disparos. Al retirarse de la casa de la víctima, según la acusación, Érica fue hasta la esquina y ordenó al hombre: «Andá a buscarlo». La hija de la víctima escuchó algo más: «Andá a decirle a Diego que busque los fierros».

A los dos minutos Franchini regresó, ya no como conductor de la moto sino como acompañante en una Honda Wave negra. Tenía una gorra con visera y al pasar frente a la casa de Espíndola sacó una pistola con la que efectuó cuatro disparos. En ese momento la moto detuvo la marcha, él cambió de arma y realizó otros cuatro tiros con un revólver.Un plomo alcanzó en el pecho a Espíndola, de 51 años, quien falleció camino al Hospital Gamen.

Acusación

Érica F. fue imputada ayer como instigadora de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego. El fiscal remarcó que tuvo la capacidad de «determinar» al autor de los disparos porque éste trabajaba como soldadito para su esposo, sindicado en la causa como un vendedor de drogas de Villa Gobernador Gálvez.

«Ese transero maneja el barrio La Ranita de Villa Gobernador Gálvez, atrás de donde vivimos nosotros, en el barrio Coronel Aguirre. Todos lo conocen. El vive en una casa gigante en una esquina que desentona con los ranchos de la zona. En la casa de él no van a encontrar nada. Pero los que andan con él siempre están armados y con droga», dijo un hijo de la víctima que presenció el ataque y sufrió amenazas (ver aparte).

«Se manejan en varios autos y motos. Los usan él y sus soldados. Se hacen llamar todos Nahuel», añadió el testigo. Este detalle, según el fiscal, obedece a que el esposo de Érica F. tenía un sobrino llamado Nahuel que «murió en 2013 o 2014 por una ráfaga de ametralladora».

Allanamientos

En ese marco, la investigación del crimen derivó en allanamientos ordenados por el juez de Cañada de Gómez Alvaro Campos. Tres fueron en Villa Gobernador Gálvez, dos en Las Parejas y otro en Alvear. Efectivos de la Policía Federal secuestraron cerca de un millón de pesos de un domicilio de Las Parejas, detrás de una pared de durlock que ocultaba el dinero y cajas con drogas. Fueron detenidas ocho personas y se secuestraron 400 dosis de cocaína celulares, proyectiles y armas.

En esos allanamientos se intentó dar con Érica F. pero no fue hallada. Al saber que la buscaban se presentó el lunes en sede de la Fiscalía. En la audiencia imputativa de ayer al mediodía el fiscal Spelta pidió la prisión preventiva de la mujer, que dijo ser empleada en un pelotero, a lo que se opuso su defensor, Marcelo Piercecchi.

El abogado reclamó un arresto domiciliario aduciendo que la mujer es madre de cuatro hijos menores de edad, uno de ellos de 2 años. Sin embargo el juez Pinto dispuso su arresto en prisión por el plazo de ley teniendo en cuenta la «gravedad del hecho», la «forma en que se buscó solución a este conflicto», el contexto de venta de drogas y la alta pena en expectativa.

Amenaza

El hijo y testigo del crimen de Ramón Espíndola denunció que fue amenazado antes de participar de la rueda de reconocimiento del autor de los disparos. Dos muchachos en moto fueron a su casa de parte de Erica F. y le advirtieron: «Loco, levantá la denuncia contra el «Bubu», el que pasó y se mandó la macana de tirar los tiros».

Fuente: La Capital


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