Otorgan prisión domiciliaria a un joven acusado de quemar a su pareja

Brian O. cumplirá esa medida por 30 días. El asegura que la joven se prendió fuego y el único testigo, un nene de 6 años, respalda sus dichos

Una protesta de los familiares de Débora frente a Tribunales, donde volvieron a concentrarse ayer.Virginia Benedetto

Tres semanas después de la muerte de Débora Mansilla, la chica de nuestra ciudad que salió a la calle envuelta en llamas la tarde de Navidad, su pareja salió de prisión. El concubino de la chica está acusado de un homicidio en un contexto de violencia de género y ayer obtuvo un arresto domiciliario por 30 días a raíz de un acuerdo entre la defensa y la fiscalía. Es que el testimonio de un sobrino de la mujer, único testigo del incidente, respalda la versión del imputado de 21 años, quien sostiene que la joven se quemó a sí misma tras rociarse con alcohol en medio de una discusión.

La medida para alivianar la prisión preventiva que pesa sobre Brian Fabián O. se dispuso ayer a la mañana en una sala de los Tribunales provinciales. La audiencia había sido solicitada por el defensor público del joven, Daniel Kantor. El profesional había apelado la decisión adoptada días atrás por la jueza Hebe Marcogliese de imponerle al joven un encierro preventivo por el plazo legal de dos años.

La audiencia de apelación fue presidida por el camarista Gustavo Salvador, designado para dirimir la cuestión. Pero no hubo debate entre las partes porque los representantes de la acusación y defensa ingresaron a la sala con una propuesta de acuerdo. La defensora pública Adriana Lucero, que intervino en reemplazo de Kantor, propuso cambiar la modalidad de la prisión preventiva de O. y que el joven pase a cumplir un arresto domiciliario en una casa de Villa Gobernador Gálvez, con su madre como garante.

El fiscal de Homicidios Rafael Coria sustituyó al fiscal original del caso, Florentino Malaponte, y manifestó estar de acuerdo. Como no hubo un pleito que zanjar, el juez le dio curso al arresto domiciliario del muchacho por 30 días, una vez completados los trámites administrativos de rigor. Dispuso además una restricción de acercamiento del muchacho a los integrantes de la familia de Débora Mansilla, en especial al sobrino de 6 años de la chica, único testigo del incidente y quien ya declaró en una Cámara Gesell.

La decisión fue cuestionada por familiares de Débora que se concentraron en la puerta de Tribunales con carteles y fotos de la chica. Dijeron estar disconformes porque la audiencia, anunciada para las 10, se había desarrollado una hora antes y no pudieron presenciarla. «Estaba todo arreglado. Preventiva por treinta días hasta que el fiscal Malaponte regrese. El va a estar acostado en su cama y mi sobrina en un cajón», dijo a Canal 3 una tía de Mansilla.

La madre de la joven objetó que el arresto se haya dispuesto «sin tobillera, sin nadie que lo custodie». «La velé con una foto, ni siquiera pude despedirme de ella porque su rostro no estaba apto para velarla a cajón abierto», agregó conmocionada.

La tarde de Navidad

La trágico episodio aún bajo investigación ocurrió el 25 de diciembre pasado en la casa de San Lorenzo al 2000 del barrio Coronel Aguirre donde la joven de 20 años y Brian O. vivían con la pequeña hija de ambos, una beba de un año y medio. Desde hacía cuatro años además criaban al hermanito de ella, el nene de 6 que estaba presente cuando se desató el drama: la chica salió a la calle envuelta en llamas y sus vecinos la arrojaron a una zanja para apagar el fuego.

La joven agonizó nueve días con quemaduras en el 50 por ciento del cuerpo y falleció el 3 de enero pasado en el Hospital Provincial. Su concubino primero fue acusado de lesiones graves. Luego, ante el deceso de la chica, pasó a quedar detenido por un homicidio bajo un contexto de violencia de género, delito que se pena con prisión perpetua.

Brian O. contó entonces que la tarde de Navidad, alrededor de las 17, volvieron de visitar a los abuelos de ambos y él se acostó a dormir la siesta con su hija. Pero Débora, según relató, quería abrir la pequeña granja que atendían en esa casa.

Ella insistió con levantar la persiana, algo que él no quería hacer porque habían trabajado hasta las 5 de la madrugada. Comenzaron a discutir y la chica le pidió a su hermanito que se retirara un momento.

El muchacho dijo que Débora tenía tendencias suicidas. Que primero amenazó con cortarse con una cuchilla pero él la disuadió. Y que luego tomó un envase de alcohol, se roció y mientras amenazaba con acercarse al cuerpo un encendedor la situación se descontroló. Todo ocurrió, según dijo, mientras él tenía a la beba en brazos.

Con la joven en llamas él intentó llenar un calefón eléctrico pero no lo logró por la escasa presión de agua en la zona. Entonces tomó un dispenser de agua que estaba casi vacío, con lo cual tampoco pudo sofocar las llamas. Finalmente la chica salió a la calle. Los vecinos contaron que la situación «fue desesperante» porque Débora estaba consciente: «Todo el tiempo le pedía perdón a su hija y decía que no le hiciéramos nada a él (por Brian O.) porque ella se había hecho eso (quemarse)», dijo una vecina.

El 10 de enero el hermanito de la joven fue entrevistado por una psicóloga en Cámara Gesell, en una sala que permite filmar el testimonio. El relato del niño respaldó el de Brian O. El nene dijo que estaba en la vereda en el momento en que su hermana se quemó y que, desde allí, vio cuando su compañero intentaba apagar las llamas arrojándole agua de un dispenser. «Débora se prendió fuego», dijo el nene cuando le preguntaron qué había pasado.

Fuente: La Capital


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