200 años de la Independencia… Felipe Pigna: «Hace 200 años la pelea era entre conservadores y progresistas»

En la redacción de la Declaración de la Independencia del 9 de julio de 1816 intervienen dos grandes fuerzas de la historia argentina: los que querían ser libres de España y de toda dominación extranjera y los que dudaban y hasta especularon con la posibilidad de convertirse en colonia de Gran Bretaña. Pujaron hasta el final, según el historiador Felipe Pigna.
CasaTucuman20165774321fb82d2_645x429El primer texto de la Independencia decía «libres de España, de Fernando VII y sucesores». «El general José de San Martín se alarma, porque se da cuenta de que ahí hay lugar para poner libres de España, pero dependientes de Portugal, dependientes de Gran Bretaña», señala el historiador y escritor en diálogo con Télam.

«Hace llegar a través de Tomás Godoy Gruz -su hombre-, diputado por Cuyo, un agregado a la frase ‘libres de España, Fernando VII y sucesores. Y de toda dominación extranjera'».

El concepto es aceptado, pero los sectores más conservadores del Congreso Constituyente reunido en San Miguel de Tucumán añadieron a continuación: «fin de la revolución, principio del orden».

«Es una frase tremenda», observa Pigna. «La palabra orden va a ser usada por los unitarios. Va a ser usada por el partido del orden y lo que vamos a ver son gobiernos unitarios y la guerra civil», interpreta.

Así se puede leer en el acta de la declaración de la independencia, «libres de España, de Fernando VII y sucesores. Y de toda dominación extranjera. Fin de la revolución, principio del orden». Para el historiador, es probable que el que leyera el acta después de una dura negociación política fuera Francisco Narciso de Laprida, diputado por San Juan y hombre de San Martín, quien el 9 de julio era el presidente del Congreso Constituyente.

572516a604693_380x253La lectura se hizo en las primeras horas de la tarde, luego de lo cual hubo festejos en San Miguel, baile y empanadas, en una ciudad que por la noche regía el toque de queda, porque en medio de la declaración de Independencia estaba la guerra con España.

Pigna sostiene que el gran impulsor de la declaración es San Martín, enviaba chasquis a diario desde Mendoza a Tucumán, seguía las novedades de lo que se discutía al mismo tiempo en que terminaba la organización del Ejército de Los Andes en el Plumerillo.

«Es el gran impulsor. Al punto tal que los primeros diputados en llegar a Tucumán son los cuyanos. El Congreso Constituyente se inauguró el 24 de marzo de 1816», precisa.

En una carta que le envía a Godoy Cruz, pero que quiere que llegue a los diputados constituyentes, «San Martín dice ‘tenemos escudo, bandera y moneda, ¿Hasta cuándo vamos a seguir a pupilo del rey que combatimos?'»

Tanto es así, que ya habían ocurrido las batallas de Tucumán y Salta, bajo el mando de Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes había rechazado nueve intentos de invasión a lo que se conocía como Provincias Unidas en el norte de Salta.

San Martín, Belgrano y Güemes están convencidos de la necesidad de la declaración de la Independencia. «No están presentes en la discusión política, están como pueden», puntualiza.

El entusiasmo independentista se propagó por cuanta ciudad importante del naciente país. En el baile del 10 julio, en San Miguel de Tucumán se eligió a la reina de la Patria, «a la niña más bonita -acota Pigna-, donde resultó electa la hija del gobernador Bernabé Aráoz, y Belgrano conoció allí a su segundo gran amor que fue Manuela Mónica Elguera». También hubo festejos en la ciudad de Mendoza.

¿Porque estaba San Martín tan interesado en la Independencia? «Porque él está preparando un ejército para liberar Chile y resultaba absurdo ir por la independencia de otro cuando su propio país no está liberado», explica.

«Es más. El Ejército de Los Andes estaba en condiciones de iniciar la campaña en los primeros meses de 1816, pero no podía cruzar la cordillera sin la declaración de la Independencia. San Martín era jefe militar y gobernador de Cuyo, por entonces. Por eso entiende la declaración del Congreso de Tucumán como la orden de batalla, siente que tiene el estatus de general de un país independiente», dijo Pigna.

El cruce de Los Andes con el ejército se inició el 17 de enero de 1817, campaña libertadora que finalizó el 9 de diciembre de 1824 en la batalla de Ayacucho, Perú, con la derrota y el desalojo definitivo de las tropas españolas de América del Sur.
Fuente: Telam

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