Con la ausencia de diez testigos, Los Monos otra vez en el banquillo

Ayer declararon dos testigos. Los ausentes no lo hicieron por miedo, no ser hallados o estar fuera del país. Hoy se empiezan a ventilar los crímenes

los principales. Emanuel Chamorro, Leandro Vilches, Ariel «Guille» Cantero y Ramón «Monchi» Machuca.

El juicio oral a la banda de Los Monos se reinició ayer con el ritual propio de un primer día. Los acusados que están presos entraron escoltados a la sala del Centro de Justicia Penal y fueron recibidos por flashes de los fotógrafos en el debate oral más largo que se conozca en la Justicia provincial. Distendidos, alegres, sonrientes y con pulgares en alto, tomaron asiento tras fijarse sus ubicaciones con cierto desorden. El clima era de reencuentro. Después, con sólo dos testigos presentes, arrancó el debate.

De los doce citados tras la feria de enero sólo acudieron el director de una agencia de turismo y un policía de Asuntos Internos. Los demás se excusaron por distintos motivos o no fueron hallados. A la mayoría volverán a citarlos o irán a buscarlos con la fuerza pública, excepto el jugador de Atlético Madrid Angel Correa, quien ofreció responder por videoconferencia desde la Embajada Argentina en España (ver aparte).

En la jornada de ayer volvió a tratarse el delito de asociación ilícita que se abordó en el primer tramo del juicio, entre noviembre y fin del año pasado. Entre los 25 imputados (13 son empleados de fuerzas de seguridad) no hubo asistencia perfecta aunque fue la mayoría. A partir de hoy se discutirán cinco homicidios atribuidos a los principales acusados.

Al grupo de los detenidos se sumó Andrés «Gitano» Fernández, quien llegó a la sala por primera vez porque no está acusado de integrar la banda sino de participar en el crimen de Diego «Tarta» Demarre, quien era dueño del boliche de Villa Gobernador Gálvez donde el 26 de mayo de 2013 asesinaron a Claudio «Pájaro» Cantero. Un día después lo mataron a tiros frente a su casa de bulevar Seguí y Maipú cuando volvía de Tribunales. Ese caso comenzará a debatirse el miércoles próximo.

Una vez que todos estuvieron en sus asientos y los reporteros gráficos dejaron la sala, se reabrió el debate. Puertas afuera quedó la discusión por una saga de ataques mafiosos que dejó 7 muertos y 6 heridos de bala en poco más de un mes, en una secuencia sólo comparable a la de mayo de 2013 y que les atribuyen a Los Monos. Puertas adentro, el juicio entraba en su propio ritmo.

El juez llamó entonces al estrado a Silvio Z., director comercial de la agencia Barceló Viajes. El abogado radicado en Buenos Aires confirmó que la firma vendió un viaje a Brasil a dos de los acusados en mayo de 2013. Según indicó, viajaron del 8 al 18 de ese mes en un grupo de seis personas el acusado Ariel «Guille» Cantero y su novia Vanesa Barrios. El paquete, por unos 48 mil pesos para los seis, incluía aéreos y traslados.

Luego declaró Roberto Gambandé, policía retirado que trabajó en Asuntos Internos. A pedido del defensor Sergio Larrubia se explayó sobre el allanamiento a un búnker de Pueyrredón al 2700 que esa repartición realizó en diciembre de 2012. El policía contó que por sugerencia del entonces secretario de Seguridad. Matías Drivet, contactó al comisario inspector Gustavo «Gula» Pereyra, acusado de colaborar con la banda, para que los guiara hasta el búnker. El policía asegura que asistió a ese operativo por orden de la entonces secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione.

Los ausentes

Luego el secretario del tribunal pasó lista de los testigos que no fueron a declarar. Algunos no asistieron pese a estar notificados, por lo que volverán a citarlos. Otros no fueron hallados: es el caso de las hijas y la esposa del mánager de boxeo Luis Paz, el padre de Martín «Fantasma» Paz, cuya ejecución a tiros del 8 de septiembre de 2012 en Entre Ríos y 27 de Febrero dio origen a la causa que se ventila en Tribunales.

Luis Paz ya declaró en el juicio. Pero a Mercedes Paz, Belinda Paz y Ana María Ferrari no las encuentran. «Que se siga insistiendo. No entiendo por qué es tan complicado hallarlas», dijo el defensor Fausto Yrure.

Otros testigos alegaron tener miedo. Diego R. respondió que «es un peligro» ir a declarar, anunció que «se va a tomar un colectivo y se va a ir de la provincia». Por eso será buscado por la fuerza pública. El policía retirado Américo P., ex integrante de la Brigada Operativa de Judiciales que investigó a Los Monos envió una nota diciendo que no se presenta «debido a la falta de garantías».

«Como es de público conocimiento mi hijo fue víctima de apremios ilegales en la seccional 15ª», dijo. Y si bien remarcó su «compromiso con la verdad», sostuvo que está en juego la «integridad física» de su familia. Su hijo denunció que fue golpeado el 28 de enero por policías que le decían «estás acá porque tu viejo es un caga vigilante».

Al periodista Horacio Verbitsky lo citaron por correo electrónico al Centro de Estudios Legales y Sociales. Por mail respondió que le es imposible concurrir por «razones laborales impostergables» y que de todos modos no tiene nada más para aportar que sus notas, «que son públicas». Allí menciona planillas de Migraciones sobre viajes al exterior de Luis Paz y del juez instructor Juan Carlos Vienna.

El juez Manfrín decidió que a todos estos testigos pendientes de la primera etapa los citen un viernes, por fuera del cronograma ya fijado Como en esa nueva etapa sólo habrá cinco acusados, los abogados del resto pidieron no presenciar esas próximas audiencias. El fiscal Gonzalo Fernández Bussy se opuso y dijo que el juicio es uno solo.

El tribunal integrado por Ismael Manfrín, Marisol Usandizaga y María Isabel Más Varela resolvió que todos los defensores acudan a las audiencias porque existen pruebas y testigos en común en todos los casos. Los acusados tendrán permiso para ausentarse y por eso se espera que desde hoy sólo acuda Ramón «Monchi» Machuca, procesado como jefe de la banda y acusado como autor ideológico de cuatro homicidios.

A partir de hoy será juzgado por el crimen de Lourdes Cantero, la chica de 14 años muerta cuando tirotearon el frente de su casa del barrio De la Carne, el 14 de mayo de 2013. En el caso ya fue condenado a 6 años y medio el policía de la ex Drogas Peligrosas Juan Delmastro, quien en escuchas captadas al celular de «Monchi» habilita un tiroteo a la vivienda porque allí funcionaba un búnker de la competencia. Un tiro que atravesó la ventana mató a la nena.

Los integrantes de Los Monos llegaron a la sala de audiencias en un clima distendido y de reencuentro.

Fuente: La Capital


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