A tres años de un triple asesinato que está llamado a quedar impune

En este caso y en un crimen previo por el cual va a juicio Guille Cantero, el de Diego Demarre día previo, se usó la misma arma.

0007760019La mañana del día en que los iban a matar el miedo los tapaba hasta las orejas. Nahuel César escuchó el consejo perturbado de su novia, Daiana, que le dijo: «En Gálvez todo el mundo piensa que fue Milton el que mató al Pájaro. Tenemos que cuidarnos». Un rato después Claudio Hernández, el padrastro de Nahuel y Milton César, llegó al taller de Marcelo Alomar en la calle Pellegrini de Villa Gobernador Gálvez, para dejarle su auto a arreglar. «Por favor llevame a casa que con lo que pasa no quiero hacerme ver en la calle». Alomar accedió pero el clima venenoso de esos días le daba mala espina. Por eso cuando su hijo de once años le pidió acompañarlos no quiso subirlo a la camioneta.

Alomar pasó a buscar a Nahuel César que se sentó detrás suyo en la Nissan Frontier negra. Al lado iba su madre Norma César y su hermana de 10 años. Adelante con Alomar se acomodó Claudio Hernández y su hijo de 7 años a upa. Cuando frenaron en el semáforo de Francia y Acevedo aparecieron cuatro personas en dos motos y en la chata el tiempo se congeló. Los dos que iban atrás apuntaron desde cerca y la Nissan empezó a menearse con los balazos. Alomar y César murieron con cinco disparos cada uno. A Norma César un tiro le hizo estallar la séptima vértebra cervical matándola cinco meses después. Hernández, que recibió un tiro en la región occipital del cráneo, se desmayó. Los dos nenes no tuvieron un rasguño.

Era el 28 de mayo de 2013 a las 17.20. Una hora después Ramón Machuca, conocido como Monchi Cantero y hermano del Pájaro Cantero, recibió una radial. «Monchi, son cuatro heridos y dos muertos. La vieja que está herida, Alomar que está muerto, el acompañante también está herido y un muerto más».

—¿O sea que grandes eran?

—Sí, menores heridos no hay.

—Ah, listo, ¿una mujer y tres hombres?

—Ahora te confirmo bien. Milton no está entre los heridos.

El diálogo se captó porque los Cantero tenían sus comunicaciones intervenidas desde veinte días antes. En otro aparato del grupo se interceptó a la misma hora este diálogo: «El hermano de Milton César y el mecánico de Gálvez, esos dos tosieron. Y estaría la madre y uno más que no pueden identificar todavía».

Tres horas antes de que lo liquidaran Nahuel había ido a buscar a sus hermanos de 7 y 10 años y los llevó hasta lo de Daiana, en Hilarión de la Quintana al 500, contagiado de una pavura que envolvía a toda la zona sur desde los asesinatos del Pájaro Cantero, ocurrido dos días antes, y de Diego Demarre, al que se lo presumía entregador, el día anterior. Circulaba que Milton César había matado al Pájaro por lo que sabían que el peligro era concreto, a los Cantero, decía Daiana, les bastaba el rumor para tomar represalias.

«El domingo que lo matan a Cantero yo me enteré por el Facebook y se lo comenté a Nahuel. Le dije que tendríamos que cuidarnos porque se comentaba que había sido su hermano Milton el autor y temíamos represalias de los Cantero. Al día siguiente el Colorado le mandó un mensaje a Nahuel diciendo que lo habían matado a Demarre. Nahuel tenía miedo porque sabemos de lo que son capaces los Cantero», dijo Daiana en Tribunales.

Por la ferocidad de su ejecución en plena luz de la tarde, la desfachatez de los autores que abrieron fuego mientras salían niños de un jardín de infantes y el resultado de tres muertes que acarreó, este atentado fue uno de los más graves de los últimos años. También tiene otra singularidad: es un hecho impune por el que nadie va a pagar. Llegó a haber seis personas imputadas por distintos roles en este asesinato triple pero todas fueron sobreseídas.

Venganza. Uno de los despegados fue Ariel Máximo «Guille» Cantero quien afrontará este mismo año un juicio oral como ejecutor del asesinato de Diego Demarre, ocurrido el día anterior, que la jueza Alejandra Rodenas consideró motivado en el afán de vengar la muerte de su hermano el Pájaro. La misma jueza entendió que no había prueba suficiente para imputar a nadie de los investigados el triple asesinato frente al distrito sudoeste registrado el día posterior.

El indicio más elocuente de que en las cuatro muertes estaban los mismos auspiciantes es que las pericias balísticas probaron que para matar a Demarre y a los allegados a Milton César hubo en uso una misma arma. Las menciones de los Cantero, familia que lidera la banda de Los Monos recorren los seis cuerpos del expediente. Milton César aparece mencionado en las escuchas de Los Monos que lo creían el matador del Pájaro.

El expediente del triple crimen lleva el número 467/13. Eduardo Alomar, padre de Marcelo Alomar, declaró allí sobre los autores. «Para mi fue el hijo de Cantero, el que se llamaba Guille. Eso lo sé porque lo escucho a Milton por radio que dice que la madre, o sea Norma, sabía lo que le iba a pasar a ellos. Por eso yo pienso que Hernández lo pasa a buscar a mi hijo, deja el auto en el taller y se hace llevar en su camioneta a la casa. Los Cantero buscaban a Milton César y como mi hijo estaba arriba de la chata lo mataron también. Yo creo que se confundieron porque Nahuel, al que mataron, es igual a Milton».

En el cuarto cuerpo del expediente consta un testigo reservado que dice haber visto lo ocurrido y conocer a los imputados. Su aporte no fue valorado por su dudosa credibilidad. Dice el testigo. «Los autores del hecho fueron el Guille Cantero, «Jija», el «Ale» y Walter. Iban en dos motos. Walter manejaba una Twister bordó y atrás iba el Guille que era el que disparaba. En otra moto iban el «Ale» que manejaba y «Jija» atrás que disparaba, era una Tornado blanco y negro. Estoy en condiciones de reconocer a los cuatro. Lo sé porque lo vi». Guille participó el día anterior de la muerte de Demarre para la jueza Rodenas y era quien iba en un Bora blanco captado por una videocámara en el que se lo ve de anteojos negros. El testigo del hecho ante el Distrito Sudoeste dice; «El Guille tenía campera blanca con mangas azules, un gorrito verde, lentes de leer y los rulos le salían por los costados del gorro».

 

Despegado y asesinado. Por otras personas se supo que «Jija» era Emiliano Avejera que hasta hoy tiene pedido de captura por este hecho al igual que Monchi Cantero. Walter en apariencia fue Walter Sauco, de 25 años, quien negó la imputación. Sobrevivió 18 meses tras ser desligado de este caso. Fue asesinado el 27 de febrero pasado arriba de su Ford Focus atravesado por 30 disparos en Francia al 5500. El supuesto «Ale» que también disparó es Alejandro González mencionado, además, como ejecutor presunto del Fantasma Paz, el caso que inicia la llamada Causa Monos. Recibió falta de mérito. González dijo que en el momento del triple homicidio estaba preso en la cárcel de Riccheri y Zeballos. Su abogado Fausto Yrure pidió en su indagatoria que lo verificaran. Cuando declaró por este hecho Guille Cantero dijo: «Niego lo que se me acusa. No conozco a ninguna de las personas nombradas. No voy a contestar ningún tipo de preguntas».

Los investigadores no creen en la inocencia de todos los juzgados. Sólo entienden que no alcanzaron las evidencias para imputarlos en un proceso justo. «Sabemos que fueron ellos pero no podemos atribuir quién hizo cada cosa. En el caso Demarre hay personas indicando el camino a los sicarios desde adentro de Tribunales, una persona filmada que es Guille Cantero, con los lentes negros que usa. En cambio en Alomar/César no tenemos a nadie ordenando o cometiendo el homicidio. No existen testigos fiables que reconozcan autores. Que sospechosos hablen en escuchas sobre el hecho y sobre las víctimas no genera capacidad de acusar a alguien de matar. Es claro que Los Monos creían que Milton César estaba relacionado con el crimen del Pájaro. Sabemos por qué fueron estos homicidios y sabemos que fueron Los Monos. Pero no quien ordenó el atentado y quién lo cometió».

Fuente: La Capital / por Hernán Lascano

Share

También te podría gustar...

error: Protegido por COPYRIGHT